América
Brasil
-
Clasificación 2023
92/ 180
Puntuación: 58,67
Indicador político
82
55.79
Indicador económico
59
52.59
Indicador legislativo
51
72.44
Indicador social
57
76.22
Indicador de seguridad
149
36.30
Clasificación 2022
110/ 180
Puntuación: 55,36
Indicador político
105
51.62
Indicador económico
115
37.59
Indicador legislativo
69
69.74
Indicador social
83
70.00
Indicador de seguridad
124
47.86

Los ataques del ex presidente Jair Bolsonaro a la prensa duraron hasta el último día de su mandato, a finales de 2022. El nuevo gobierno de Lula devuelve al país un clima de estabilidad institucional en su relación con la prensa. Pero la violencia estructural contra los profesionales de la información, un panorama mediático marcado por una fuerte concentración privada y el peso de la desinformación siguen planteando desafíos para la libertad de prensa en el país.

Panorama mediático

El panorama mediático brasileño está marcado por una fuerte concentración de los medios privados, que se traduce en una relación casi incestuosa entre los poderes público, económico y religioso. Diez grupos económicos, pertenecientes a otras tantas familias, se reparten el mercado. Los cinco más importantes son Globo, Record, SBT, Bandeirantes, y Folha. La independencia editorial de los medios regionales y locales está seriamente comprometida por la publicidad estatal, y los medios públicos han sufrido graves injerencias editoriales durante el mandato de Bolsonaro.

Contexto político

El trabajo de la prensa brasileña se volvió especialmente complejo durante el gobierno de Jair Bolsonaro, entre 2019 y 2022. El presidente arremetía regularmente contra los periodistas, movilizando a legiones de seguidores en las redes sociales. Su estrategia bien planificada de ataques coordinados, destinados a desacreditar a los medios, presentados como enemigos del Estado, continúa a día de hoy, con el propósito de mantener a sus partidarios en la incredulidad sobre las acusaciones de corrupción hechas contra él y su familia, sobre los resultados de las elecciones que llevaron a Lula da Silva de nuevo al poder, y sobre las acciones del nuevo gobierno. Aunque el presidente Lula pretende restablecer los principios democráticos de trato a la prensa, se enfrenta a constantes desafíos por parte de los partidarios del ex presidente y de los partidos de extrema derecha, que siguen intentando desestabilizar al actual gobierno.

Marco legal

La Constitución Federal de 1988 garantiza el derecho a la libertad de prensa en el país y, en términos generales, el marco legislativo brasileño es más bien favorable al libre ejercicio del periodismo. Las normas que rigen la radiodifusión y las telecomunicaciones son, sin embargo, anticuadas, permisivas e ineficaces. Los periodistas y los medios son frecuentemente objeto de procedimientos judiciales abusivos, llevados a cabo por políticos y empresarios que utilizan su influencia para intimidar a la prensa.

Contexto económico

Los grandes grupos mediáticos tratan de reinventar sus modelos económicos para responder a la crisis global que vive el sector debido al auge de las plataformas digitales. Por otra parte, diversifican sus inversiones en muchos otros sectores, aumentando las posibilidades de que se generen conflictos de intereses y se resienta una independencia editorial ya erosionada. La prensa local, por su parte, está cada vez más debilitada y los medios digitales independientes carecen de sostenibilidad.

Contexto sociocultural

La retórica agresiva que adoptó durante cuatro años el gobierno de Jair Bolsonaro contra los periodistas y los medios, contribuyó a agravar la hostilidad y la desconfianza de la sociedad. La desinformación sigue creciendo en el país e intoxicando cada vez más el debate público. El país sigue fuertemente polarizado y los ataques a la prensa proferidos sin control en las redes sociales han allanado el camino a prácticas recurrentes de agresión física a periodistas, especialmente durante las elecciones de 2022 y durante la sublevación en Brasilia, el 8 de enero de 2023.

Seguridad

A lo largo de la última década, al menos 30 periodistas han sido asesinados en Brasil, el segundo país más peligroso de Latinoamérica para los reporteros en ese período. Los blogueros, presentadores de radio y periodistas independientes que trabajan en municipios pequeños y medianos y cubren temas de corrupción local son los más vulnerables. El acoso y la violencia en Internet contra los periodistas, especialmente contra las mujeres, no deja de crecer. En 2022, al menos tres asesinatos en el país estuvieron directamente relacionados con el ejercicio del periodismo, entre ellos el del reportero británico Dom Phillips, muerto en la Amazonía durante una investigación sobre delitos contra el medio ambiente en tierras indígenas.

Ataques en tiempo real en Brasil

Asesinados a partir del 1 de enero de 2024
0 periodistas
0 colaboradores de medios
0
Detenidos actualmente
1 periodistas
0 colaboradores de medios
1