Clasificación 2023
71/ 180
Puntuación: 62,98
Indicador político
73
58.25
Indicador económico
133
37.91
Indicador legislativo
57
70.25
Indicador social
81
65.53
Indicador de seguridad
53
82.94
Clasificación 2022
91/ 180
Puntuación: 59,12
Indicador político
95
54.95
Indicador económico
150
30.10
Indicador legislativo
76
68.71
Indicador social
97
66.83
Indicador de seguridad
60
75.02

La libertad de prensa sigue siendo frágil e inestable en este país, que se mantiene como uno de los más pobres y corruptos de la Unión Europea. Los pocos medios independientes que se hacen oír todavía en Bulgaria son objeto de presiones constantes.

Panorama mediático

Las cadenas de televisión (BNT, bTV, Nova, etc.) y los medios online constituyen las dos principales fuentes de información de un país en el que la prensa en papel pierde progresivamente su influencia. La afiliación política que exhiben los miembros del Consejo para la Prensa Digital erosiona la independencia editorial de los medios públicos, mientras que la de los medios privados se ve amenazada por los intereses que tienen sus dueños en otros sectores regulados. En 2019, la delegación en Sofía de Radio Free Europe reabrió sus puertas.

Contexto político

Las intimidaciones por parte de políticos, pero también las presiones administrativas y jurídicas contra los periodistas y los editores de medios están a la orden del día en Bulgaria. Se han sucedido varias elecciones anticipadas en el país, en 2021, después de casi 12 años de gobierno ininterrumpido del primer ministro Boyko Borissov, marcados por el retroceso de la libertad de prensa y la instrumentalización con fines políticos de varios medios.

Marco legal

El marco legislativo de Bulgaria prevé unas normas “de mínimos” para proteger a los periodistas, conforme a las exigencias de la Convención Europea de Derechos Humanos y a la jurisprudencia del Tribunal de Estrasburgo. Al mismo tiempo, la corrupción, la falta de independencia y la escasa eficacia del sistema jurídico contribuyen a que el Estado se vea impotente para actuar contras las vulneraciones de la libertad de prensa. Los medios independientes y los periodistas de investigación son objeto regularmente de acciones judiciales abusivas, más conocidas como “procesos mordaza”.

Contexto económico

Los medios dependen casi enteramente de los ingresos publicitarios, controlados mayoritariamente por el Estado. El reparto de fondos públicos nacionales y europeos es opaco, lo que favorece una distribución sesgada, en favor de los medios cuya línea editorial es afín al gobierno.

Contexto sociocultural

Los periodistas de investigación que cubren asuntos relativos al crimen organizado y a la corrupción sufren amenazas frecuentes. Además, los medios especializados en cuestiones de minorías o financiados por fundaciones con sede en Estados Unidos y en Europa occidental se enfrentan habitualmente a un entorno hostil, así como a campañas de odio.

Seguridad

Las amenazas y agresiones físicas contra los periodistas búlgaros constituyen un problema estructural y las autoridades muestran una evidente falta de voluntad cuando se trata de investigar y castigar estos atropellos. Los periodistas que no ejercen en la capital son especialmente vulnerables a estas amenazas.