Los países miembros de la Organización de Estados del Caribe Oriental (OECO) han luchado por mantener un nivel alto de libertad de prensa, a pesar de la censura en las redacciones y de una creciente influencia de la política en la prensa.
Panorama mediático
En determinadas islas, los partidos políticos son los accionistas mayoritarios de los medios, comprometiendo así la independencia periodística de la región. Los gobiernos también ejercen una influencia nada desdeñable sobre las emisoras de radio, los periódicos y los medios digitales, entre los que se encuentran The Grenada Explorer y Antiqua Breaking News.
Contexto político
Los medios están bajo influencia directa de los políticos en toda la región, especialmente durante los periodos electorales. Esta situación se debe a que los cargos electos pueden, a través del reparto de los contratos de publicidad pública, privar a las redacciones de estos ingresos vitales para su subsistencia. En Grenada, por ejemplo, las protestas contra el director general de la red pública de radiodifusión (Grenada’s Broadcasting Network), el único que cubre todo el territorio, fueron sofocadas.
Marco legal
En 2016, San Vicente y las Granadinas aprobó una ambigua ley de ciberdelincuencia, dirigida en realidad a coartar la libertad de la prensa digital con el pretexto de la difamación. Esta ley afecta a los medios de comunicación impresos y audiovisuales, pero también a los contenidos online.
Contexto económico
Mientras que el sector de la información pasa por un periodo de crecimiento económico, los periodistas tienen poca formación y suelen abandonar su trabajo por sus míseros salarios, una situación que afecta especialmente a las mujeres de la región.
Contexto sociocultural
El periodismo no está considerado como una actividad de prestigio o lucrativa.
Seguridad
Ningún periodista fue asesinado el pasado año, pero en junio de 2020, el fotoperiodista de Nation News, Christoff Griffith murió durante el ejercicio de la profesión en Barbados y se abrió una investigación para esclarecer el hecho. Aunque los periodistas pueden trabajar con total libertad y seguridad, pueden ser objeto de amenazas o intimidaciones por parte de bandas criminales.