África
Nigeria
-
Clasificación 2023
123/ 180
Puntuación: 49,56
Indicador político
107
51.96
Indicador económico
110
44.12
Indicador legislativo
126
50.54
Indicador social
88
63.80
Indicador de seguridad
147
37.38
Clasificación 2022
129/ 180
Puntuación: 46,79
Indicador político
127
45.15
Indicador económico
120
36.39
Indicador legislativo
129
53.80
Indicador social
84
69.83
Indicador de seguridad
154
28.75

Nigeria forma parte de los países más peligrosos y difíciles para los periodistas en África Occidental. Éstos son regularmente vigilados, agredidos y detenidos arbitrariamente, como sucedió durante el periodo electoral de 2023. 

Panorama mediático

Siendo el país más poblado del continente africano, Nigeria dispone de un panorama mediático abundante y plural. A pesar de que la prensa escrita está en claro retroceso en los últimos años, existen todavía unas cien publicaciones: The Punch, The Nation, Vanguard, Guardian y The Premium Times son las más conocidas. La mayoría de los 36 estados del país dispone igualmente de un diario público, controlado directamente por las autoridades locales. Existen  varios centenares de emisoras de radio y cadenas de televisión. La gran popularidad de las redes sociales también ha contribuido a diversificar el panorama mediático, pero también a generar desinformación.

Contexto político

La injerencia de las autoridades en el campo de la información es importante. Puede ir desde la presión, incluso la represión, contra los periodistas y los medios críticos, a la censura. Esta injerencia es aún mayor durante las campañas electorales. El trato imparcial de las cuestiones políticas también puede resultar difícil en función del propietario del medio. En gran medida, las autoridades políticas intervienen en el nombramiento y despido de los directivos de los medios, ya sean públicos o privados. En agosto de 2022, la National Broadcasting Commission (NBC), organismo regulador de la radiodifusión, amenazó con suspender 53 emisoras de radio por impago de los derechos de licencia. Esta decisión fue suspendida por el Tribunal Superior Federal.

Marco legal

La Constitución protege la libertad de expresión y de opinión, pero existen numerosas leyes con disposiciones que permiten cercenar el ejercicio del periodismo, como las que tratan la cibercriminalidad, el antiterrorismo, los secretos de Estado, e incluso el Código Penal, que sigue considerando la difamación como un crimen. En los últimos años, se han propuesto varios proyectos de ley muy peligrosos sobre la regulación de las redes sociales, que han provocado protestas unánimes. El acceso a la información de interés público sigue siendo una ardua tarea.

Contexto económico

Aunque los medios son muy numerosos, pocos operan en condiciones adecuadas. Los atrasos salariales de los periodistas pueden alcanzar varios meses o incluso varios años. Esto los expone a la corrupción y a la publicación de informaciones a cambio de dinero. Tal y como sucede con los responsables políticos, los empresarios y las compañías que proveen ingresos publicitarios pueden influir en el contenido editorial.    

Contexto sociocultural

Resulta muy difícil abordar temas políticos ligados al terrorismo, las malversaciones de fondos de los poderosos y  los conflictos entre comunidades. Esto último se evidenció en 2020, tras el asesinato, o la muerte en condiciones sopechosas, de varias fuentes de un periodista de investigación, amenazado tras investigar las masacres en el estado de Kaduna. Algunos medios han sido atacados por motivos religiosos, de género o étnicos.

Seguridad

En los últimos años, la mayoría de agresiones violentas, detenciones arbitrarias y muertes por arma de fuego de periodistas en África Occidental, tuvieron lugar en Nigeria. Temiendo por su vida, algunos periodistas eligen el exilio. Desde 2019, cuatro periodistas han sido asesinados. Los crímenes contra periodistas quedan siempre impunes -incluso cuando se conoce o detiene a los autores- y apenas existen mecanismos de protección por parte de las autoridades. Además, los periodistas están estrechamente vigilados por el poder, que no duda en amenazarlos.