Por mucho que Mauricio sea aclamado como uno de los países africanos más democráticos, su panorama mediático está muy polarizado.
Panorama mediático
El escenario mediático de Mauricio está dividido en dos. Por un lado, están los medios politizados, como la radiotelevisión nacional y los medios afines al poder -dedicados a menudo a realizar propaganda- o como los medios favorables a la oposición, susceptibles de ser boicoteados por las autoridades y, por otro, los medios con una libertad real, pero tendientes al sensacionalismo, en detrimento de la calidad de su información. En este panorama mediático, los medios independientes, serios y fiables no logran encontrar su lugar.
Contexto político
El poder político tiene un control total sobre la Mauritius Broadcasting Corporation (MBC), cuyo director general es nombrado por el Primer Ministro. La falta de independencia del organismo regulador no contribuye al surgimiento de un periodismo de calidad. Las sanciones se dirigen muy frecuentemente a los medios de la oposición, siendo el caso, en 2020, de una emisora de radio castigada con la prohibición de emitir durante 72 horas, después de que un sindicalista calificara como “racista” al Primer Ministro indio Narendra Modi.
Marco legal
El marco legal no protege a los periodistas. En 2021, el muy controvertido proyecto de ley sobre la regulación de los medios fue aprobado, cuestionando el secreto de las fuentes, endureciendo las condiciones de funcionamiento de las emisoras de radio, y reforzando las sanciones que judicializan a los periodistas. Desde 2018, ciertas enmiendas a la Ley sobre la Información y las Telecomunicaciones establecen penas de prisión para los creadores de contenidos online “molestos” o “perturbadores”. Algunas leyes heredadas de la época colonial, como la Official Secrets Act siguen en vigor, y cualquier funcionario que pudiera dar informaciones sensibles a los periodistas está sujeto a sanciones.
Contexto económico
En ciertos medios, se dan directrices para realizar una cobertura indulgente de la política gubernamental a fin de proteger los intereses del propietario, ya que las ayudas públicas suelen dirigirse a medios a sueldo del poder. Los contratos precarios de los periodistas perjudican la calidad de su trabajo.
Seguridad
Las amenazas e intimidaciones contra los periodistas son escasas, a pesar de que los insultos en redes sociales están aumentando. No obstante, los recientes ataques verbales hacia los corresponsales de medios internacionales, acusados de haber ensombrecido la situación sanitaria ligada a la pandemia, pueden percibirse como una incitación a la violencia hacia estos periodistas, que todo el país conoce.