Los periodistas haitianos padecen una importante carencia de recursos financieros, una falta de apoyo económico por parte de las instituciones y un difícil acceso a la información.
Panorama mediático
La radio es el medio más popular en Haití. Más de 400 emisoras de radio y de televisión emiten en el país. De ellas, sólo la mitad trabaja legalmente con una licencia de la Conatel, el organismo regulador de las comunicaciones. Los medios privados, muy cercanos a los intereses de sus accionistas, tienen dificultades para expresar sus propios puntos de vista sin autocensurarse. El gran grupo de medios públicos de Haití es la empresa nacional de radiotelevisión RTNH.
Contexto político
Haití lleva varias décadas asolado por una profunda crisis política y social, que dio un giro trágico con el asesinato del presidente Jovenel Moïse, en julio de 2021 en la capital, Puerto Príncipe. Este abrupto final para un presidente cuestionado, en un clima general de inseguridad y violencia, ha desembocado en una nueva era de incertidumbre en el país.
Marco legal
El proyecto de ley sobre la difamación, votado en el senado en 2017, y que tiene por objeto sancionar a los periodistas, constituye un grave atentado contra la libertad de información. Incluso cuando los periodistas informan sobre amenazas de muerte creíbles a las autoridades competentes, estos casos raramente van más allá de una simple presentación de denuncia, y los periodistas quedan desprovistos de medidas legales que protejan su seguridad.
Contexto económico
Desde hace aproximadamente un siglo, Haití es uno de los países más pobres del continente americano. Su economía, basada fundamentalmente en la agricultura, es muy vulnerable a los avatares climáticos. El país también es muy dependiente de las ayudas internacionales y de los envíos de fondos de los migrantes. El periodismo es uno de los empleos peor remunerados. Con la excepción de los empleados de los medios públicos, los periodistas tienen dificultades para satisfacer sus necesidades alimentarias.
Contexto sociocultural
Haití es un país culturalmente rico (arte, música, danza, teatro, etc.). Estos recursos son un factor de desarrollo, pues muestran una imagen diferente del país y atraen a los turistas. Las infraestructuras de la isla se ven dañadas regularmente por las sucesivas catástrofes naturales.
Seguridad
Desde 2018, las protestas, a menudo violentas, se multiplican en el país. Las intimidaciones y los ataques violentos, cometidos por las fuerzas de seguridad y por los manifestantes, contra los periodistas son habituales, haciendo que la profesión sea aún más vulnerable y estigmatizada. Al menos cinco periodistas han sido asesinados en Haití desde 2018.