Clasificación 2023
55/ 180
Puntuación: 68,62
Indicador político
50
64.66
Indicador económico
56
53.12
Indicador legislativo
52
71.89
Indicador social
85
64.98
Indicador de seguridad
29
88.44
Clasificación 2022
65/ 180
Puntuación: 65,97
Indicador político
70
61.21
Indicador económico
91
42.09
Indicador legislativo
56
74.56
Indicador social
101
65.75
Indicador de seguridad
26
86.25

Aunque la libertad de prensa está garantizada por la Constitución, los partidos políticos, la iglesia ortodoxa y los intereses comerciales tienen una influencia significativa sobre los medios de Chipre. La larga disputa entre chipriotas griegos y turcos también influye considerablemente en el funcionamiento de los medios.

Panorama mediático

Chipre cuenta con varios diarios (Phileleftheros, Alithia,  Haravghi, etc.), publicaciones semanales, cadenas de televisión y emisoras de radio. La injerencia directa en las líneas editoriales, la creciente concentración de medios y la falta de transparencia sobre la propiedad de medios en papel y digitales, perjudican al pluralismo y llevan a que los periodistas se autocensuren. Sin embargo, el código deontológico de la profesión se ha reforzado recientemente en ámbitos como la independencia editorial y la ética periodística en el abordaje de temas delicados.

Contexto político

A pesar de que la integridad y la seguridad física de los periodistas no se ven amenazadas, los medios son objeto de ataques verbales por parte de los políticos, dificultando así la libertad de expresión. Las relaciones informales entre políticos y propietarios de medios refuerza la influencia de los primeros en el sector, así como el sentimiento generalizado de deber y lealtad al gobierno. 

Marco legal

La difamación no está calificada como delito, pero la Fiscalía General puede emprender  acciones judiciales contra un medio. La ley garantiza la protección de las fuentes y la autonomía editorial. No obstante, los mecanismos o métodos de protección para los periodistas, así como la prevención contra intromisiones políticas, son escasas, por lo que las injerencias directas en las líneas editoriales y la autocensura son habituales. La legislación protege las comunicaciones privadas, pero no existen normas claras sobre el uso de dispositivos de interceptación por razones de seguridad nacional. Las denuncias civiles por difamación contribuyen a la autocensura y desalientan el periodismo de investigación.  

Contexto económico

La escasez del mercado publicitario y la reciente crisis económica han tenido una importante repercusión en los medios, haciendo que sean más vulnerables a las influencias de los intereses comerciales. Su dependencia de la publicidad y de las ayudas financieras ha aumentado la influencia de las empresas y de sus propietarios sobre el contenido editorial. El hecho de que los medios privados dependan de las subvenciones estatales y de que la radiotelevisión estatal dependa de la financiación pública también amenaza la independencia editorial y fomenta la autocensura.

Contexto sociocultural

La cuestión chipriota es un tabú y se supone que todos los periodistas tienen un deber de lealtad para con el gobierno sobre este asunto. Los periodistas que cuestionan la línea oficial suelen ser tildados de "traidores". El Estado también prohíbe el uso de ciertos términos relacionados con el país.

Seguridad

No hay casos de detenciones arbitrarias o asesinatos de periodistas en el país, pero los ataques verbales hacia los medios por parte de representantes del Estado son constantes y afectan a la libertad de expresión. A pesar de que no haya amenazas o agresiones físicas graves, los profesionales de la información suelen ser objeto de acoso en las redes sociales. Un periodista autor de un libro sobre la corrupción en el seno del gobierno ha denunciado la vigilancia estatal y el hackeo de sus dispositivos y archivos, pero la investigación policial no ha llegado a ninguna conclusión, hasta la fecha.