Clasificación 2023
168/ 180
Puntuación: 32,78
Indicador político
158
37.50
Indicador económico
166
30.39
Indicador legislativo
147
40.57
Indicador social
161
34.09
Indicador de seguridad
178
21.37
Clasificación 2022
169/ 180
Puntuación: 29,14
Indicador político
168
33.03
Indicador económico
161
27.55
Indicador legislativo
156
38.60
Indicador social
169
35.00
Indicador de seguridad
177
11.54

El conflicto armado en Yemen, que arrancó en 2014, sigue devastando el país, con consecuencias muy graves para la libertad de prensa.

Panorama mediático

Los medios yemeníes están polarizados por los distintos actores del conflicto y no tienen más opción que alinearse con el poder instaurado, en función de la zona de control en la que se encuentren, so pena de sanciones. La agencia Saba depende del gobierno oficial, Al-Masdar es próxima al partido Islah, mientras que Al-Masirah es la principal cadena de los hutíes. En Internet, el acceso a los medios está bloqueado desde que los hutíes tomaron las riendas del Ministerio de Telecomunicaciones.

Contexto político

Ofrecer información independiente en Yemen es difícil, ya que la prensa está controlada por los agentes del conflicto y son contados los periodistas extranjeros que acceden al terreno. Cualquiera que sea la zona en la que se encuentren, los reporteros están bajo vigilancia y pueden ser detenidos por una simple publicación en redes sociales. Para no ser represaliados, algunos deciden cambiar radicalmente de oficio, lo que no les priva de ser perseguidos por lo que escribieron previamente.

Marco legal

Es difícil hablar de legislación en un país en plena guerra civil. El marco jurídico en el que trabajan los periodistas es muy complejo. Las leyes están desfasadas respecto a la realidad del terreno y los periodistas están sometidos a la aprobación de las autoridades, en función de la lealtad que tengan para con ellas.

Contexto económico

Hombres de negocios y políticos aprovechan el deterioro de la situación económica y de las condiciones de vida para comprar cabeceras de medios y a periodistas, que solo pueden trabajar libremente si disponen de otra fuente de ingresos. Solo se concede financiación a los medios leales a las autoridades, empresarios, líderes religiosos o políticos.

Contexto sociocultural

La religión, omnipresente en el país, impide a los periodistas abordar determinados temas considerados como problema sociales, por el riesgo de ser acusados por líderes religiosos de ser “laicos”, “infieles” y “ateos”.

Seguridad

Los periodistas son objeto de secuestros por parte de los hutíes, de Al Qaeda o del gobierno oficial. También son víctimas de violencia y ataques por parte de las milicias, que los transforma en blancos de atentados, asesinatos y amenazas de muerte. Cuando son detenidos, pueden ser víctimas de torturas y malos tratos. Cuatro periodistas acusados de espionaje para Arabia Saudí han sido condenados a muerte por los hutíes y pueden ser ejecutados en cualquier momento.