África
Benín
-
Clasificación 2023
112/ 180
Puntuación: 52,44
Indicador político
119
48.98
Indicador económico
125
39.83
Indicador legislativo
111
56.01
Indicador social
89
63.49
Indicador de seguridad
117
53.90
Clasificación 2022
121/ 180
Puntuación: 48,39
Indicador político
117
47.73
Indicador económico
158
28.19
Indicador legislativo
118
57.46
Indicador social
132
55.50
Indicador de seguridad
119
53.10

La libertad para expresarse libremente de los periodistas de Benín ha disminuido considerablemente en los últimos años. El panorama mediático del país es diverso, pero está marcado por la ausencia de grandes compañías de prensa rentables. 

Panorama mediático

Con la liberalización del espacio audiovisual, en 1997, el país experimentó un fuerte auge de las emisoras de radio. Hay unas 70 emisoras en el país y es el medio preferido de los benineses. Existen aproximadamente unas quince cadenas de televisión que operan junto a los medios audiovisuales del Estado y están agrupadas en el seno de la Oficina de Radiodifusión y Televisión de Benín (ORTB). El país cuenta con un centenar de periódicos, entre ellos el diario estatal fundado en 1969 La Nation y otras cabeceras privadas como Le Matin, Le Matinal, Fraternité y La Nouvelle Tribune. Las webs informativas y la Agencia Benín Prensa (ABP) completan el panorama mediático. 

Contexto político

En un país conocido por su fuerte tradición de libertad de expresión desde los años 90, la libertad de prensa ha retrocedido significativamente en los últimos años. El poder tiene una influencia decisiva en el nombramiento de los principales responsables de los medios estatales y en la Alta Autoridad Audiovisual y de la Comunicación (HAAC), el organismo regulador. La ORTB, especialmente la televisión, está obligada a transmitir la comunicación del régimen, mientras que los medios próximos a la oposición se ven sometidos a fuertes presiones. Son muchos los que se abstienen de criticar abiertamente al gobierno para evitar el cierre por parte de la HAAC. Las autoridades también influyen en el tratamiento de la información a través de los llamados “contratos de colaboración”, que permiten pagar a los medios por cubrir las actividades del gobierno. El gobierno da consignas a las redacciones sobre los aspectos que deben destacarse.

Marco legal

La libertad de prensa está garantizada por la Constitución de Benín, reformada en 2019, y está  protegida por la ley orgánica sobre la HAAC. El Código de la Información y la Comunicación de 2015 recoge las diferentes modalidades de ejercicio del periodismo y suprime las penas privativas de libertad por delitos de prensa, al tiempo que garantiza el derecho de acceso a las fuentes públicas de información. Sin embargo, este marco legal se vulnera regularmente para atacar a los periodistas. Desde 2018, el Código Digital se utiliza para condenar y realizar detenciones arbitrarias a los que trabajan en Internet.

Contexto económico

El panorama mediático está marcado por la ausencia de grandes empresas de prensa. La mayoría de los medios son inviables económicamente y se enfrentan a la estrechez del mercado publicitario. El gobierno utiliza su poder sobre la atribución de contratos publicitarios para privar de ellos a algunos medios críticos. A pesar de la entrada en vigor de un convenio colectivo en 2017, éste no se respeta y los periodistas viven de forma precaria,  abriendo así las puertas a la corrupción y minando su independencia.  

Sociedad

En teoría, los periodistas y los medios de comunicación son libres de cubrir todos los temas de interés público, pero en la práctica, el gobierno ha reforzado su control sobre el sector en los últimos años. Desde que Patrice Talon llegó a la presidencia en 2016, los periodistas han tenido un acceso limitado a los datos sobre la situación en materia de seguridad, de los desplazados internos y de los contratos mineros.

Seguridad

El deterioro de la situación en el norte del país, donde de nuevo se han producido varios ataques armados este año, ha provocado repetidos atropellos al ejercicio del periodismo, como arrestos, detenciones o expulsiones del país.