Bolivia

Panorama mediático

El Estado boliviano controla numerosos diarios y ha aumentado la vigilancia sobre los medios críticos, especialmente en las redes sociales. La concentración de la propiedad de los medios privados es muy elevada y perjudica al pluralismo en el país. Los principales periódicos son El Deber y El Diario, mientras que Canal Sur es la cadena de televisión de mayor audiencia.

Contexto político

El periodo de convulsiones y de inestabilidad política provocado por el exilio forzado del ex presidente Evo Morales, a finales de 2019, y cerrado con la elección de Luis Arce, investido en noviembre de 2020, ha estado marcado por numerosos ataques contra la prensa: intimidaciones, hostigamiento, agresiones físicas, robo de material, y censura en radio y televisión. 

Marco legal

Los periodistas, considerados como molestos, son objeto del ensañamiento judicial. Por otra parte, en virtud del Decreto Supremo 181 de 2009, los periodistas que “mientan”, “hagan política partidista” u “ofendan al gobierno” pueden verse privados de los ingresos provenientes de la publicidad estatal. Junto a las detenciones arbitrarias y un alto nivel de impunidad, este clima favorece significativamente la autocensura en la totalidad del país. Varios asesinatos de periodistas permanecen impunes, como es el caso de Verónica y Víctor Hugo Peñasco Layme, asesinados en 2012.

Contexto económico

A pesar de que Bolivia tiene las mayores fuentes de recursos naturales de gas y litio de toda América Latina, el país sigue siendo el más pobre de la región. Los principales servicios se prestan a través de capital privado extranjero y la economía es en gran medida informal. Las presiones económicas contra la prensa, particularmente a través de la distribución de la publicidad institucional, tienen consecuencias a veces desastrosas y pueden llevar al cierre de medios.  

Contexto sociocultural

La Iglesia Católica tiene una histórica presencia en los medios y dispone de una red de influencia diversa que abarca todo el territorio nacional.

Seguridad

Desde 2020, los ataques físicos contra los medios se han intensificado, especialmente en las zonas rurales del país. Los periodistas pueden ser agredidos violentamente por los manifestantes y las fuerzas del orden. Muchas emisoras de radio y televisión se han visto obligadas a suspender su actividad y sus redacciones han sido saqueadas.