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En la República Checa, la libertad de prensa está amenazada por una fuerte concentración de los medios privados y por las presiones que sufre el ente público audiovisual.
Panorama mediático
El panorama mediático se caracteriza por tres grandes tendencias: la alta concentración de los grandes grupos mediáticos (PPF, MAFRA, etc), en manos de actores económicos de envergadura -entre ellos, el ex primer ministro Andrej Babiš, desde principios de 2010-; el auge de nuevos medios independientes (HlídacíPes, Deník N, etc) y la fuerte implantación de medios públicos de prestigio (Česká televize, Český rozhlas), pero sujetos a presiones políticas crecientes.
Contexto político
Las presiones ejercidas contra los periodistas en los últimos años son esencialmente verbales y provienen de un ámbito político que no duda en apuntarse a la ola actual de desconfianza hacia los medios.
Marco legal
Aunque el libre acceso a la información está amparado por la ley, la oficina del presidente de la República, Miloš Zeman, conocido por su rechazo a los periodistas, se niega a responder, o tiende a ofrecer una atención de mínimos, a determinados medios considerados demasiado críticos. El gobierno está trabajando actualmente en una proposición de ley que tiene como objeto modificar el funcionamiento de los consejos de supervisión de los medios públicos, y reforzar su independencia y pluralidad.
Contexto económico
A falta de un sistema de subvenciones públicas y ante el descenso de los ingresos publicitarios, los medios privados se financian cada vez más monetizando sus contenidos y los pequeños medios independientes optan por recurrir a asociaciones sin ánimo de lucro y a fundaciones privadas. Los medios públicos están financiados mediante un canon que no ha aumentado desde hace 15 años y que es objeto de tentativas políticas para reducirlo o suprimirlo.
Contexto sociocultural
Dos de los mayores diarios nacionales están en manos de Andrej Babiš, un multimillonario que fue ministro de Finanzas y, posteriormente, primer ministro, entre 2014 y 2017, lo cual obliga a estos medios a un delicado ejercicio de equilibrismo, al tratar la actualidad política. El discurso sin complejos contra los medios que emplean las más altas esferas del Estado -y, en concreto, el presidente Miloš Zeman- han abierto la vía a un recelo creciente de la población hacia los profesionales de los medios.
Seguridad
Los ataques contra los periodistas son esencialmente verbales: insultos o amenazas en Internet, casi siempre anónimos, que han aumentado al calor de la crisis de la Covid-19 y la consiguiente polarización de opiniones. Algunas mujeres periodistas han sido objeto de comentarios de odio específicamente dirigidos a ellas.