Zambia

Desde que Edgar Lungu fue reelegido presidente de Zambia, en 2016, el aumento de las tensiones políticas internas ha servido de pretexto para restringir de manera drástica la libertad de información, hasta amordazar a la prensa independiente. Las autoridades cerraron The Post, el mayor diario independiente del país, y detuvieron a los miembros de su redacción. Asimismo, le quitaron la licencia a varias estaciones de radio y canales de televisión. También suspendieron en 2019 a Prime TV, uno de los medios privados más críticos con el poder, acusándolo de haber contribuido a la derrota del partido en el gobierno en las elecciones legislativas parciales; al año siguiente cerrarían la cadena por motivos poco claros. El gobierno de Zambia usa excusas de tipo económico (señaló que The Post no pagó sus impuestos), así como leyes relativas a la difamación y a la sedición para perseguir a los periodistas. El redactor en jefe de un diario privado fue condenado a 18 meses de prisión por desacato a un tribunal; estuvo encarcelado cerca de un año y fue puesto en libertad en 2019. Las agresiones a periodistas y medios de comunicación son frecuentes, sobre todo en periodo electoral. Dirigentes políticos del partido gobernante, a veces, amenazan con cerrar los medios de comunicación que no hagan una cobertura periodística “justa” del presidente. El gobierno también anunció que quería imponer un impuesto a las llamadas telefónicas realizadas de forma gratuita a través de las redes sociales, las cuales son muy utilizadas por los periodistas y blogueros del país. El incremento de las intimidaciones, las agresiones y los juicios a periodistas contribuye a que aumente la autocensura. Aún no se ha aprobado la prometida ley de acceso a la información pública, mientras que la ley de seguridad y delitos informáticos causa inquietud. Muchos periodistas y blogueros ven esta norma como una nueva herramienta para amordazar a la prensa online y facilitar los cortes de internet.