Clasificación 2024
98/ 180
Puntuación: 54,48
Indicador político
140
33.07
Indicador económico
130
36.46
Indicador legislativo
56
70.32
Indicador social
115
53.57
Indicador de seguridad
85
78.97
Clasificación 2023
91/ 180
Puntuación: 59,16
Indicador político
133
45.27
Indicador económico
128
39.15
Indicador legislativo
41
77.18
Indicador social
103
59.87
Indicador de seguridad
85
74.31

Aunque en Serbia existe un periodismo de calidad, reconocido por sus investigaciones sobre el crimen organizado y la corrupción, éste está atenazado por las fake news y la propaganda. A pesar de contar con un sólido marco jurídico, los periodistas sufren presiones políticas y la impunidad de los crímenes cometidos contra ellos. 

Panorama mediático

Con más de 2 500 medios registrados en el país, el mercado está muy fragmentado. Entre los medios más influyentes, destacan la radiotelevisión pública RTS, otras cadenas de cobertura nacional, y el canal de televisión por cable independiente N1, así como varios tabloides. El periodismo de investigación está ganando visibilidad e impacto. La cadena de televisión propagandística rusa RT (antes, Russia Today), prohibida por la Unión Europea a raíz de las sanciones adoptadas por la invasión rusa a Ucrania, dispone de una filial, RT Balkan, en Belgrado, la capital. La propaganda del Kremlin también se difunde en los medios de comunicación nacionales. 

Contexto político

Al trabajar en un clima aún más polarizado por las manifestaciones antigubernamentales de 2023, los periodistas son objeto de ataques regulares por parte de la élite dirigente,  amplificados por algunas cadenas de televisión de cobertura nacional. Ni los políticos, ni las instituciones, incluído el organismo regulador de los medios (REM), compuesto principalmente por miembros nombrados por el gobierno, han expresado voluntad alguna de solventar esta situación. Por otro lado, los periodistas críticos con el poder ven restringido su acceso a las entrevistas con sus representantes y a la información de interés público. 

Marco legal

Aunque la Constitución serbia garantiza la libertad de expresión, los periodistas trabajan en un entorno a menudo restrictivo, que incluye la autocensura. No se puede evaluar aún el impacto de la nueva regulación de los medios de comunicación adoptada en 2023. Ciertas normas impuestas a la fiscalía y a la policía en relación con las agresiones a periodistas han dado resultados positivos en casos concretos. No obstante, el sistema judicial, que trata los asesinatos, ataques y acciones judiciales abusivas (SLAPP) contra los periodistas, tiene aún bastante que demostrar respecto a su independencia y a la protección eficaz de la libertad de prensa. 

Contexto económico

La mayoría de los medios obtiene sus ingresos a través de la publicidad y de subvenciones públicas opacas, dos fuentes de recursos muy controladas por la élite dirigente y cuya concesión está condicionada a la parcialidad de las publicaciones. La concentración mediática es un nuevo motivo de preocupación, ya que la empresa pública Telekom Srbija y la empresa privada SBB compiten encarnizadamente por el acceso al mercado, la programación y los usuarios.

Contexto sociocultural

En Serbia, las mujeres periodistas siguen siendo atacadas tanto por su trabajo como por su género. Los grupos de extrema derecha arremeten contra la prensa que trata los temas de migración, de la comunidad LGTBI+ y los derechos humanos en general. 

Seguridad

Si bien se han realizado esfuerzos para mejorar la seguridad de los periodistas, mediante la creación de dos grupos de trabajo y de una línea telefónica de emergencia para los medios, los periodistas serbios están lejos de sentirse protegidos. Representativa de la impunidad de los crímenes contra periodistas, en 2024 una sentencia absolvió en apelación a los acusados del asesinato de Slavko Ćuruvija, en 1999.