Clasificación 2024
59/ 180
Puntuación: 65,32
Indicador político
50
60.63
Indicador económico
105
41.60
Indicador legislativo
50
72.24
Indicador social
70
67.06
Indicador de seguridad
61
85.08
Clasificación 2023
71/ 180
Puntuación: 62,98
Indicador político
73
58.25
Indicador económico
133
37.91
Indicador legislativo
57
70.25
Indicador social
81
65.53
Indicador de seguridad
53
82.94

La libertad de prensa sigue siendo frágil e inestable en este país, que se mantiene como uno de los más pobres y corruptos de la Unión Europea. Los pocos medios independientes que tienen repercusión en Bulgaria sufren presiones.

Panorama mediático

Las cadenas de televisión (BNT, bTV, Nova, etc.) y los medios digitales constituyen las dos principales fuentes de información de un país en el que la prensa en papel pierde progresivamente su influencia. La afiliación política que exhiben los miembros del Consejo para la Prensa Digital erosiona la independencia editorial de los medios públicos, mientras que la de los medios privados se ve amenazada por los intereses que tienen sus dueños en otros sectores regulados. 

Contexto político

Las intimidaciones a los periodistas por parte de políticos y la instrumentalización de determinados medios con fines políticos están a la orden del día en Bulgaria. Tras 12 años de retroceso de la libertad de prensa bajo los gobiernos de Boïko Borissov y más de un año de inestabilidad política, Bulgaria tiene, desde junio de 2023, un gobierno relativamente estable que se ha comprometido a garantizar la libertad de los medios de comunicación.

Marco legal

El marco legislativo de Bulgaria prevé unas normas “de mínimos” para proteger a los periodistas, conforme a las exigencias de la Convención Europea de Derechos Humanos y a la jurisprudencia del Tribunal de Estrasburgo. Al mismo tiempo, la corrupción, la falta de independencia y la escasa eficacia del sistema jurídico contribuyen a que el Estado se vea impotente para actuar contras las vulneraciones de la libertad de prensa. Los medios independientes y los periodistas de investigación son objeto regularmente de acciones judiciales abusivas o “procesos mordaza” (SLAPP).

Contexto económico

Los medios dependen casi enteramente de los ingresos publicitarios, controlados mayoritariamente por el Estado. El reparto por parte del gobierno de fondos públicos nacionales y europeos no es transparente, lo que favorece una atribución partidista, que privilegia a los medios cuya línea editorial es afín al ejecutivo. No obstante, el gobierno en el poder desde junio de 2023 ha manifestado su voluntad de hacer frente a este problema.

Contexto sociocultural

Los periodistas de investigación que cubren asuntos relativos al crimen organizado y a la corrupción sufren amenazas frecuentes. Además, los medios especializados en cuestiones de minorías o financiados por fundaciones con sede en Estados Unidos y en Europa occidental se enfrentan habitualmente a un entorno hostil, así como a campañas de odio.

Seguridad

Las amenazas y las constantes agresiones físicas contra los periodistas búlgaros constituyen un problema importante. El impacto de esta violencia, que se ejerce especialmente contra los reporteros de fuera de la capital, se ve agravado por la impunidad que afecta a los crímenes cometidos contra los periodistas. El uso excesivo de la fuerza por parte de la policía contra los periodistas es un problema sistémico, como demostró la violencia policial sin precedentes que se vivió a finales de 2023.