Reforma del Código de Prensa: reporteros sin Fronteras aplaude algunos avances pero se preocupa por las insuficiencias de las enmiendas propuestas

Reporteros sin Fronteras envió, el 26 de julio de 2008, un correo a Jehad bin Hassan Bukamal, Ministro de Información de Bahrein, en el que la organización aplaude los progresos contenidos en las enmiendas al Código de Prensa pero se manifiesta preocupada por algunas insuficiencias. El gobierno presento en mayo pasado, en el Parlamento, algunas enmiendas al Decreto-ley nº 47 de 2002, para que las estudie en su próxima sesión, a partir del mes de octubre. A pesar de que contienen auténticas mejoras, los periodistas de Bahrein siguen arriesgándose a ir a la cárcel por sus escritos y continuan vigentes las decisiones administrativas que permiten cerrar sitios de Internet. “Aunque globalmente las enmiendas que se han aportado al decreto-ley nº 47 de 2002 sobre prensa merecen nuestra aprobación, persisten algunos interrogantes. Las reformas emprendidas en materia de derecho de la prensa van por el buen camino. Enmiendan la legislación vigente suprimiendo, en casi todas partes, las penas de cárcel que figuraban en el texto, así como determinadas infracciones. Por otra parte hacen que en varios artículos intervenga un juez, en lugar de hacerlo solo autoridades administrativas, para vigilar el buen funcionamiento de las empresas periodísticas. Esas iniciativas favorecen el pleno desarrollo y el reforzamiento de una prensa independiente en el reino”, ha escrito Reporteros sin Fronteras. “Varios artículos de la ley se modifican en un sentido favorable a la libertad de prensa. Se suprimen las penas de cárcel en el caso de distribución de una publicación sin licencia, antes de que haya sido concedida o después de que la haya suprimido o anulado (artículos 16 y 86). Aplaudimos la supresión del artículo 21, que preveía el embargo de publicaciones extranjeras. Y, aunque la distribución de dichas publicaciones continúa dependiendo de una autorización, la negativa puede ahora dar lugar a un recurso (artículo 17). Igualmente, en virtud del artículo 4 apartado 5, la negativa a conceder licencia a un impresor debe estar motivada. Por otra parte se puede recurrir, mientras que en la ley actualmente en vigor dicha negativa no está sometida a ningún tipo de control. Además, abriendo las actividades de imprenta, edición, prensa, etc., a los residentes que no sean ciudadanos de Bahrein (artículo 7), abriendo a los extranjeros, aunque con algunas restricciones, la posibilidad de entrar en el capital de una sociedad que publique un periódico (artículo 51), la reforma reduce los obstáculos para la creación de nuevas publicaciones. Pero, al mismo tiempo, no podemos más que lamentar que se sigan manteniendo las licencias, para las que hay que depositar una garantía financiera, concedidas por el Ministerio de Información tras la aprobación del Consejo de Ministros, condición hoy sine qua non para la publicación de un periódico”, ha añadido la organización. “Igualmente, la protección proporcionada por el artículo 19, que hace pasar por el control del juez la prohibición de distribuir una publicación, es aleatoria dado que el embargo administrativo sigue precediendo a la decisión judicial. Pensamos que no debería embargarse ninguna publicación, ni cerrarse ningún sitio de Internet, antes de que un juez examine la denuncia presentada contra él. A este respecto, la creación de una sala especializada tendría la ventaja de poner esos casos en manos de magistrados informados sobre las formas de funcionamiento de la prensa, y consciente de sus desafíos. Por otra parte, la derogación de los artículos 68, 69, 70, 71 y 72, que a primera vista parecía favorable para los periodistas, corre el peligro, sin mencionarlo, de impulsar a los jueces a aplicar el Código Penal en algunos casos de prensa. Esos artículos sancionaban, entre otras cosas, la crítica al jefe del Estado, el atentado a los fundamentos de la religión oficial de Bahrein, la publicación de informaciones que atenten a la unidad nacional, a la vida privada, a la dignidad de las personas, y también que ultrajen a un jefe de Estado árabe que mantenga relaciones con el reino. Todas esas disposiciones limitaban considerablemente los derechos de los periodistas. Pero su supresión no representará un avance mientras se puedan seguir utilizando otros textos de ley para condenar a los periodistas. En espera de una reforma más global del Código Penal de Bahrein, nos parece más prudente volver a incorporar dichos artículos al Código de Prensa, aunque estableciendo unas sanciones que no sean ya penas de cárcel sino multas proporcionadas a las ofensas padecidas por las víctimas, y suprimiendo cualquier referencia al Código Penal”, ha declarado Reporteros sin Fronteras. “El artículo 5 excluye de la Ley de Prensa las publicaciones electrónicas. Pero no nos parece que sea necesario crear una ley específica para Internet. El Decreto-ley nº 47 de 2002 modificado podría aplicarse al conjunto de las publicaciones periodísticas, cualquier que sea su naturaleza. Finalmente, queremos recordarle nuestra adhesión a la liberalización del audiovisual. La ampliación del campo de las libertades, en la que está usted trabajando, no puede terminarse sin acabar con el monopolio del Estado en ese sector”, ha concluido la organización, en su correo al Ministro de Información. El 28 de junio de 2008, los servicios de seguridad del Estado convocaron a tres periodistas del semanario Al-Wefaq, órgano de prensa del principal grupo de oposición, del mismo nombre. No les pusieron en libertad hasta el día siguiente. El redactor jefe Sayyed Taher y los periodistas Adel Al-Alí y Mohammd Naaman, están acusados de “incitar al odio contra el gobierno”, “desacato al gobierno” y “publicación de informaciones suscitando el confesionalismo”. Según Khalil Al-Marzooq, diputado de Al-Wefaq, la fiscalía no presentó ninguna prueba, ni siquiera ningún artículo, antes de inculpar a los tres. A los periodistas les interrogaron acerca de sus relaciones con el sitio de Internet Awaal.net, cerrado el 24 de junio de 2008 por orden del Ministerio del Interior. En la misma fecha cerraron otros dos sitios, Shams Albahrain y Mamlakat Albahrain Forums, a causa de su “carácter sectario”. El Ministerio de Información se apoyó en el artículo 19 del Decreto-ley nº 47 de 2002, que le autoriza a prohibir cualquier publicación que “atente contra el régimen, la religión oficial del Estado, las buenas costumbres o las diferentes confesiones, de forma que altere la paz pública”. Actualmente, en Bahrein hay al menos 24 sitios de Internet bloqueados, por decisión administrativa. Por otra parte, el gobierno de Manama ha manifestado su deseo de crear una comisión encargada de vigilar los sermones de las mezquitas del reino, así como los artículos periodísticos y los foros de discusión en Internet, para “señalar cualquier incitación al confesionalismo”. Desde la globosfera, el blogger Mahmood Al-Yousif ha propuesto un código ético para “apelar al sentido del honor de los internautas”, y remediar así los cierres intempestivos de sitios. “El cierre de las plataformas de discusión en Internet, o de cualquier sitio, sea cual sea su contenido, solo sirve de trampolín hacia la celebridad. Solo conseguiremos hacer que realmente evolucionen las mentalidades a través de un debate social”, ha declarado. Una delegación de Reporteros sin Fronteras estuvo en Manama del 9 al 13 de febrero de 2008 entrevistándose con representantes del gobierno, miembros de la oposición, periodistas y protagonistas de la sociedad civil. Leer el informe de investigación de la misión.
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Updated on 20.01.2016