Luxemburgo

Panorama mediático

RTL domina el sector de la información de Luxemburgo. Ya sea a través de la televisión, la radio o Internet, el grupo, financiado por el Estado con más de 10 millones de euros (la misma suma que el Estado destina al resto de medios del país), es el más popular entre la gran mayoría de la población. El periódico Luxemburger Wort, comprado a la archidiócesis por un editor belga en 2020, tiene una audiencia de cerca de un cuarto de la población. El segundo diario más leído, L’Essentiel, es gratuito. En el sur del país, el diario Tageblatt, propiedad de un sindicato de izquierda y germanófono, está perdiendo lectores.  

Contexto político

La monarquía parlamentaria de Luxemburgo tuvo su última alternancia de poder en 2013, después de tres décadas de gobierno democristiano. Durante mucho tiempo, cada partido contaba con un periódico “obediente” y, aunque estas filiaciones terminaron en la década de 2010, los lazos de subordinación parecen perdurar. Sin embargo, los medios de comunicación suelen trabajar de forma independiente y los periodistas gozan de cierta libertad frente al poder político.

Marco legal

La ley luxemburguesa garantiza la libertad de expresión y la protección de las fuentes. No obstante, el acceso a la información pública no está amparado por la ley, a pesar de las reiteradas peticiones del sindicato de periodistas, que denuncia también las trabas al acceso a  informaciones públicas, con el pretexto de la protección de datos personales.  

Contexto económico

Los principales diarios han experimentado una disminución de suscriptores y de ingresos publicitarios en los últimos años, lo que les ha llevado a reorientar sus actividades.

Una ley aprobada en 2021 para favorecer el pluralismo prevé una ayuda anual de 30 000 euros para cada periodista y otra de 200 000 euros para cada medio. Existen numerosos medios, teniendo en cuenta la reducida talla del mercado nacional, pero no son ajenos a las presiones derivadas del pequeño tamaño del Gran Ducado, que favorece los conflictos entre el periodismo y los diversos intereses económicos.  

Contexto sociocultural

Se lee mucha prensa en Luxemburgo, y el oficio de periodista tiene prestigio entre la población, lo que sitúa al país entre los mejores de la UE en este ámbito,  según la Comisión Europea. El secreto bancario y la evasión de impuestos han sido temas tabú durante mucho tiempo en la prensa nacional. Aunque las revelaciones periodísticas de Luxleaks, en noviembre de 2014, arrojaron luz sobre la industria de la evasión fiscal luxemburguesa, gracias a la denuncia de dos empleados de una empresa de auditoría. Uno de ellos, Raphaël Halet, no pudo acogerse al estatus de denunciante de corrupción (whistleblower) y fue condenado al pago de una multa por la justicia nacional, sentencia que fue ratificada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH). 

Seguridad

A raíz de la pandemia de Covid-19, algunos periodistas fueron amenazados o intimidados en las redes sociales en el marco de las manifestaciones contra las restricciones sanitarias. Aunque el gobierno tiene previsto legislar en este sentido, actualmente no existe ninguna ley para condenar este tipo de hechos.