Corea del Sur

La elección del presidente Moon Jae-in, quien fue preso político y activista defensor de los derechos humanos, fue una bocanada de aire fresco para los medios de comunicación surcoreanos, tras una década negra en la que Corea del Sur perdió más de 30 lugares en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de RSF. Los medios de comunicación del país demostraron su tenacidad al librar entre 2014 y 2016 una dura con batalla contra la mano de hierro de la expresidenta Park Geun-hye, destituida por corrupción. El gobierno de Moon logró poner fin a un conflicto que desde 2008 enfrentaba a los periodistas de los grupos audiovisuales públicos MBC y KBS con sus dirigentes, acusados de haber sido nombrados por la presidencia. Sin embargo, aún quedan problemas estructurales que resolver, como la revisión del sistema de nombramiento de los directivos de los medios de comunicación públicos, para garantizar su independencia; la despenalización de la difamación, delito que se sanciona con siete años de cárcel, y la supresión de leyes que, en nombre de la seguridad nacional, castigan severamente la difusión de información delicada, en particular sobre Corea del Norte.