Namibia

La libertad de prensa está bien arraigada en Namibia, el país africano mejor ubicado en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de RSF desde 2019. Namibia cuenta con sólidas garantías: la libertad de prensa está protegida por la Constitución y el poder judicial la defiende cuando otros poderes o intereses atentan contra ella. El marco legal podría mejorar con la promulgación de una ley de acceso a la información, prometida desde hace tiempo. En 2019, la Corte Suprema dictaminó que el gobierno no podía, en nombre de la seguridad nacional, impedir que los tribunales dictaminaran si la información podía ser difundida o no en los medios de comunicación. Sin embargo, basándose en leyes que datan de los años 80 y 90 y que establecen importantes restricciones a la divulgación de información relevante relacionada con la seguridad nacional, los servicios de inteligencia ganaron el caso contra un periódico que reveló las sospechas de que algunos agentes habían adquirido propiedades de manera ilegal. Ese mismo año, los medios de comunicación dieron a conocer un caso de corrupción en la asignación de las cuotas de pesca de Namibia, lo que condujo al arresto de dos ministros, varios hombres de negocios y policías. Tras ello, los periodistas y los medios de comunicación que participaron en la investigación sufrieron una serie de ataques. Un periodista de la agencia de noticias estatal fue despedido y altos funcionarios acusaron a algunos medios de comunicación de hacer campaña contra el gobierno. En Namibia no son raros los ataques verbales contra los periodistas. Así lo denunciaron algunos de ellos en 2020, señalando sobre todo al portavoz presidencial. Durante ese año, varios reporteros fueron detenidos brevemente, un periodista de la agencia de noticias de Namibia recibió una advertencia tras hacerle una pregunta al presidente y muchos medios fueron excluidos de las conferencias de prensa sobre la crisis sanitaria convocadas por las autoridades. Este contexto impulsó a los profesionales del sector a crear, al año siguiente, el primer sindicato de periodistas desde la independencia del país. A menudo los ingresos publicitarios se concentran en los medios de comunicación progubernamentales, lo que afecta la sostenibilidad económica de los medios de comunicación privados y, por ende, la independencia de la información.