Reporteros sin Fronteras se ha enterado, con consternación, de que Nadja Hadad, de la emisora Band Río, resultó herida de bala el 29 de agosto, en Río de Janeiro, en el transcurso de un intercambio de disparos entre la policía militar y una banda de traficantes. Este episodio representa el punto culminante de un sombrío mes de agosto, sembrado de numerosos obstáculos a la libertad de prensa, que frecuentemente han sido obra de las autoridades.
Reporteros sin Fronteras se ha enterado, con consternación, de que Nadja Haddad, de la emisora Band Río, resultó herida de bala el 29 de agosto de 2005 en Río de Janeiro (Sudeste), en el transcurso de un intercambio de disparos entre la policía militar y una banda armada de traficantes. Este episodio representa el punto culminante de un sombrío mes de agosto, marcado por una serie de agresiones y abusos de autoridad, cometidos con la prensa brasileña.
"Entre la inseguridad y los actos de intimidación, frecuentemente cometidos por representantes de los poderes públicos, la prensa brasileña disfruta de una libertad que todavía es muy frágil. Hacemos votos por el pronto restablecimiento de Nadja Haddad, en espera de que una investigación en profundidad determine el origen de los disparos que han estado a punto de costarle la vida. Por otra parte, hacemos un llamamiento al gobierno, y a los gobernadores de los Estados, para que se muestren firmes cuando sus funcionarios intenten obstaculizar el trabajo de los periodistas", ha declarado Reporteros sin Fronteras.
El 29 de agosto en Río de Janeiro, a media tarde, una patrulla de la policía militar se convirtió en el blanco de una banda de traficantes, replegada en las alturas del barrio de Botafogo. Los hombres de Batallón de Operaciones Especiales (Bope), llegados en socorro de sus colegas, asaltaron el lugar. Cuando el vehículo de Band Río llegaba al lugar, Nadja Hadad fue alcanzada en el tórax por un disparo de fusil, que le perforó un pulmón. Trasladada inmediatamente al hospital Miguel Couto la joven, de 24 años, fue operada por la noche. "Su estado de salud mejora. Se recupera bien", ha declarado Alexandra Martins, redactora jefe de Band Río.
Por otra parte, Reporteros sin Fronteras quiere dejar constancia de varios actos de agresión e intimidación a periodistas ocurridos a lo largo del mes de agosto, tres de los cuales, relatados por la Federación Nacional de Periodistas (Fenaj), tuvieron lugar en el Estado de Tocantins (Centro).
En la primera semana, Salomao Aguiar, de TV Palmas, fue violentada por un funcionario de la justicia local mientras cubría una operación de control sonoro de la policía de Palmas (capital del Estado). El funcionario, que no quería que grabaran su coche, propinó a la periodista un puñetazo en la cara, causándole un hematoma. También en Palmas, el 11 de agosto, las fuerzas del orden agredieron e intentaron impedir que trabajaran los equipos de reportaje de TV Palmas, TV Anhanguera y el Jornal do Tocantins, llegados para cubrir la presentación ante el Ministerio Público del Estado de dos policías acusados de extorsión. El 17 de agosto, el diputado local Fabio Martins agredió físicamente a Edson Rodríguez, director del semanario Paralelo 13, en plena sala del Consejo Regional del Estado de Tocantins.
Por otra parte, el 14 de agosto, en Altamira (Estado de Pará, Norte), durante la sesión de los Juegos Indígenas de Pará, Amélia Denardin, jefe del gabinete del alcalde, agredió a Odair Oliveira, del canal SBT, e intentó impedirle grabar imágenes, según la dirección del canal que ha presentado una denuncia.
En Sao Paulo (Sudeste), el 10 de agosto, Wladimir de Souza, fotógrafo del Diario de São Paulo, cubría la custodia de un traficante de droga en el Departamento de Narcóticos, cuando el policía Antonio Honorio se arrojó sobre él, le tiró contra una pared y le rompió la cámara.