Una delegación de Reporteros sin fronteras se entrevista con el presidente Jalal Talabani : para el jefe del estado “en ningun parte existe una libertad de prensa como la que prevalece en Irak”
Reporteros sin Fronteras se entrevisto, el 7 de noviembre de 2006, con el presidente iraquí Jalal Talabani, para exponer al jefe del Estado su preocupación por la degradación de las condiciones de trabajo de los periodistas, y la escalada de la violencia en Irak.
En un encuentro con el presidente Jalal Talabani, celebrada el 7 de noviembre de 2006 en París, una delegación de Reporteros sin Fronteras le manifestó su inquietud respecto a la degradación de las condiciones de trabajo de los periodistas, y la escalada de la violencia en Irak. Desde el comienzo de la guerra, en marzo de 2003, han asesinado al menos a 128 profesionales de los medios de comunicación.
Según Jalal Talabani, los periodistas iraquíes están entre los más libres de Oriente Medio. El Presidente describió una prensa local floreciente, con más de 100 diarios, y cuyos periodistas son libres para criticar a las autoridades y las decisiones del gobierno. Talabani subrayó que el nuevo Estado iraquí no ha encargado nunca la muerte de ningún periodista.
Sin embargo, Reporteros sin Fronteras recordó que los periodistas no solo tienen que enfrentarse a los problemas de seguridad, sino también a numerosos obstáculos en el ejercicio de su trabajo. La organización ha observado en 2006 muchos atentados a la libertad de movimiento de los profesionales de los medios de comunicación, mayoritariamente entre los de nacionalidad iraquí: prohibición de grabar festividades religiosas, al ejército o a la policía, a algunos miembros del Parlamento, etc. Desde el comienzo de 2006, el Primer Ministro iraquí, Nouri al-Maliki, no ha cesado de amenazar con el cierre a los medios de comunicación que “inciten a la violencia” en el país, esgrimiendo el espectro de la aplicación de la Ley Antiterrorista, aprobada en 2004. A este respecto, Robert Ménard, secretario general de RSF, pidió al jefe del Estado iraquí una utilización más liberal de esa ley, que establece graves condenas de cárcel, entre otros para los medios de comunicación que inciten “a la sedición y el confesionalismo”.
Por otra parte, Reporteros sin Fronteras preguntó a Jalal Talabani sobre el cierre, el 5 de noviembre de 2006, de dos canales privados de televisión, después de que emitieran algunas imágenes de las manifestaciones que tuvieron lugar tras conocerse la condena a muerte de Sadam Hussein.
La organización pidió también al presidente iraquí que autorice la reapertura de la oficina del canal árabe por satélite Al-Jazira, cerrada desde el mes de agosto de 2004. Jalal Talabani aseguró que están en negociaciones con el responsable regional del canal, para definir un “compromiso”. Según el presidente, Al-Jazira, “donde trabajan muchos baasistas” es “hostil a Irak”.
Finalmente, Reporteros sin Fronteras recordó el caso del periodista francés Frédéric Nérac, desaparecido sin dejar rastro cerca de Basora (sur del país), en los primeros días de la guerra en Irak. Talabani manifestó sus temores en cuanto a la suerte del periodista, para afirmar después que la seguridad del país forma de sus prioridades, con el fin de proporcionar mejores condiciones de trabajo a los profesionales de los medios de comunicación. Según el jefe del Estado, se está estudiando un plan de seguridad para Bagdad, que es la ciudad más mortífera de Irak para los civiles.