Un periodista asesinado: “no debe explotarse políticamente el caso en el contexto posgolpe de Estado”
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Reporteros sin Fronteras expresa sus condolencias a la familia y los allegados de Joseph Ochoa, periodista de Canal 51 (canal privado), asesinado a tiros la noche del 1 de marzo de 2010 en Tegucigalpa, durante un ataque que aparentemente estaba dirigido a su colega Karol Cabrera, comunicadora del Canal 8 (del gobierno) y de la emisora privada Radio Cadena Voces (RCV), quien fue gravemente herida, pero ya se encuentra estable. Aún queda esclarecer el motivo del crimen. Participante en las polémicas mediáticas, Karol Cabrera es una periodista controvertida, que apoyó abiertamente el golpe de Estado del 28 de junio de 2009 contra el presidente Manuel Zelaya.
Animadora de un programa de debate en RCV, Karol Cabrera iba camino a su domicilio; hablaba por teléfono móvil a la emisora cuando unos individuos en moto abrieron fuego contra su coche. La audiencia pudo escuchar que la periodista pedía socorro en el momento del atentado. En el vehículo se encontraron más de 37 impactos de bala. La hija de Karol Cabrera, Katleen Nicole Rodríguez Cabrera, fue asesinada en el mismo lugar y en condiciones similares el 15 de diciembre pasado.
Esta tragedia es una muestra de la inseguridad general que vive desde hace tiempo la prensa hondureña, al igual que el resto de los ciudadanos. Tres profesionales de los medios de comunicación lo han pagado con su vida en 2009. Esperamos que la investigación permita encontrar rápidamente a los autores del atentado y que se haga justicia.
También hacemos un llamado a las autoridades, a la clase política y a los medios de comunicación para que no se explote políticamente del caso, conscientes de que la investidura de Porfirio Lobo Sosa, el 27 de enero de 2010, no cambió en absoluto la situación desencadenada tras el golpe de Estado en materia de libertad de expresión y de derechos humanos.
Además del saqueo de la radio comunitaria Radio Coco Dulce, dos periodistas de Globo TV, quienes laboraron en la Casa Presidencial durante el mandato de Manuel Zelaya, fueron secuestrados y torturados en febrero pasado. Finalmente liberados, los dos hombres se han refugiado en Nicaragua. Por otra parte, cuatro opositores y defensores de los derechos humanos han sido asesinados desde las elecciones del pasado 29 de noviembre.
Foto: Tiempo.hn
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20.01.2016