Un mes después del secuestro en Irak de tres periodistas rumanos y su guía, Reporteros sin fronteras y su organización colaboradora rumana Media Monitoring Agency (MMA) aplauden la movilización general que está tomando forma, y que debe continuar en Europa, y en todo el mundo.
Un mes después del secuestro en Irak de tres periodistas rumanos y su guía, Reporteros sin fronteras y su organización colaboradora rumana Media Monitoring Agency (MMA) aplauden la movilización general que está tomando forma, y que debe continuar en Europa, y en todo el mundo.
"El gobierno rumano, los medios de comunicación y la población tienen que seguir trabajando juntos y hacer frente a esta situación insostenible. En Rumania, y en otras parte, debe hacerse todo lo necesario para que, lo antes posible, regresen sanos y salvos Marie-Jeanne Ion, Sorin Dumitru Miscoci, Eduard Ovidiu Ohanesian y Mohamed Munaf", han declarado ambas organizaciones.
"Igualmente, hacemos a todos un llamamiento a la moderación en este caso. Alimentar polémicas, o emitir hipótesis estériles, resulta contraproducente. No estamos en el momento de los arreglos de cuentas. Hay que continuar con una movilización sostenible. Lo que nos debe importar es la prueba de que los cuatro rehenes están vivos y que el gobierno rumano ha vuelto a establecer algunos contactos indispensables con los secuestradores", ha añadido la organización.
El 27 de abril de 2005, Media Monitoring Agency (MMA) organizó una rueda de prensa en Bucarest, para hacer un balance de la movilización y el estado de la situación. El 28 de abril, la organización hizo un llamamiento a todos los canales de televisión rumanos para que incluyeran en sus pantallas, durante 24 horas, un logotipo especial con las fotos de los cuatro rehenes. El próximo 3 de mayo se les dedicará, en Rumania, el Día Internacional de la Libertad de Prensa.
Recordatorio de los hechos
Marie-Jeanne Ion, de 32 años y Sorin Dumitru Miscosi, de 30 años, respectivamente periodista y camarógrafo del canal de televisión Prima TV, con sede en Bucarest, así como Eduard Ovidiu Ohanesian, de 37 años, del diario privado Romania Libera, fueron secuestrados junto con su guía, Mohamed Munaf, el 28 de marzo de 2005, cuando llevaban cinco días en Irak, haciendo un reportaje. El 30 de marzo por la noche, el canal por satélite qatarí Al-Jazira difundió un vídeo muy corto, en el aparecían los tres periodistas vivos.
El 22 de abril, un segundo vídeo de mala calidad, emitido por Al-Jazira, mostraba a los cuatro rehenes con vida. Los periodistas aparecían esposados, más delgados y descalzos, y un arma les apuntaba a la cabeza. Los secuestradores, que se hacen llamar "la brigada de Muad Ibn Jabal", dieron al gobierno rumano cuatro días, a partir del envío del vídeo, para retirar sus tropas de Irak. De no hacerlo, matarían a los rehenes.