Clasificación 2024
3/ 180
Puntuación: 88,32
Indicador político
4
91.03
Indicador económico
2
85.50
Indicador legislativo
1
90.16
Indicador social
20
82.78
Indicador de seguridad
22
92.12
Clasificación 2023
4/ 180
Puntuación: 88,15
Indicador político
3
92.58
Indicador económico
3
86.08
Indicador legislativo
4
88.74
Indicador social
14
88.64
Indicador de seguridad
40
84.72

Suecia, el primer país del mundo en adoptar una ley para la libertad de prensa, destaca por su especial apego a la independencia de los medios. Sin embargo, este clima favorable no evita que los periodistas sean objeto de amenazas, campañas de odio en Internet o procedimientos judiciales abusivos. 

Panorama mediático

La gran mayoría de los diarios suecos (Dagens Nyheter, Aftonbladet, etc.) está en manos de un puñado de grupos de prensa y el sector audiovisual alcanza niveles aún más importantes de concentración. La ausencia de prensa local en decenas de municipios suecos ha generado nuevas inversiones en este segmento por parte de los medios públicos y privados.

Contexto político

En 1776, Suecia se transformó en el primer país del mundo en aprobar una ley sobre la libertad de prensa. Actualmente, los medios son independientes del poder político y sus propietarios no están expuestos a la injerencia del poder ejecutivo o legislativo. De igual modo, ningún político en funciones puede sentarse en el consejo de administración de ningún medio público u organismo regulador del sector. Los debates sobre el contenido y la financiación de los medios públicos se han avivado por un informe parlamentario publicado en la primavera de 2024, así como por la voluntad del partido democrático Sverigedemokraterna de imponer un mayor control sobre ellos.

Marco legal

Los medios públicos están regulados por una comisión del audiovisual independiente, integrada en la Autoridad Sueca de la Prensa y la Radiodifusión, mientras que un mediador independiente se hace cargo de las quejas de tipo ético. El secreto de las fuentes periodísticas está amparado por la ley, mientras que el principio de acceso a la información pública es una de las piedras angulares de la democracia sueca. Sin embargo, las enmiendas a la Constitución destinadas a proteger la información en el ámbito de las relaciones internacionales preocupan por la posibilidad de que se impongan sanciones a los denunciantes de corrupción (whistleblowers) y periodistas que revelen irregularidades.

Contexto económico

Aunque es relativamente fácil lanzar un nuevo medio, éstos tienen que hacer frente a una competencia feroz, por la elevada concentración mediática sueca. Las subvenciones públicas se obtienen con relativa facilidad y sin discriminación hacia los medios que exhiben opiniones políticas radicales; un hecho no exento de críticas. Un nuevo proyecto de financiación pública para los medios podría estimular la contratación de periodistas y favorecer a los medios de comunicación locales. En general, los periodistas suecos ejercen de forma libre y totalmente independiente su trabajo, no sufren obstáculos destacables y no se arriesgan a ser sobornados o despedidos por sus opiniones.

Contexto sociocultural

Las amenazas en Internet están a la orden del día entre los periodistas suecos. De acuerdo a encuestas, casi uno de cada cinco periodistas afirma haber sido víctima de acoso, y las mujeres se ven especialmente perjudicadas. Desde 2023, una nueva legislación endurece las penas para quienes amenacen, hostiguen o agredan a periodistas. Las mujeres están menos representadas en las redacciones que los hombres. 

Seguridad

El riesgo de amenazas y de agresiones físicas contra los periodistas es bajo, aunque los profesionales de origen migrante, los periodistas de opinión y las mujeres están especialmente expuestos a ellas. Por otra parte, los periodistas exiliados en Suecia suelen sufrir amenazas por parte de los regímenes de sus países de origen y por determinadas fuerzas políticas suecas. El periodista sueco Dawit Isaak está encarcelado en Eritrea desde 2001, mientras que el editor Gui Minhai lleva preso en China desde el 2015.