Medio centenar de periodistas y fotógrafos se han concentrado, el 5 de enero de 2007, delante de la sede de la Agencia France-Presse (AFP), para hacer patente su solidaridad con su colega peruano Jaime Razuri, secuestrado en Gaza desde hace cinco días. Hasta el momento, los secuestradores no han facilitado ninguna información sobre su suerte.
Como resultado del llamamiento efectuado por Reporteros sin Fronteras, medio centenar de periodistas y fotógrafos se han concentrado, el 5 de enero de 2007, delante de la sede de la Agencia France-Presse (AFP) en París, para testimoniar su solidaridad con Jaime Razuri, fotógrafo peruano secuestrado en Gaza el pasado 1 de enero. Depositando el material en el suelo, los fotógrafos exhibieron retratos de su compañero.
“Hace cinco días que secuestraron a Jaime y, hasta el momento, no hay ninguna información sobre la procedencia de sus secuestradores. Está habiendo una enorme cantidad de conversaciones, con las autoridades y las instituciones locales, para conocer su identidad. Agradecemos todas las manifestaciones de apoyo, para presionarles y conseguir su liberación en el menor plazo de tiempo. Estaba en una región complicada, para dar cuenta de la situación de los palestinos”, ha dicho Denis Hiault, director de información de la AFP.
Rober Ménard, secretario general de Reporteros sin Fronteras, ha insistido en la necesidad de la movilización: “Generalmente, los secuestros de periodistas en la franja de Gaza no duran más de 48 horas. Pero atención a los patinazos. Sobre el conjunto de la profesión pesa ahora la amenaza de no poder seguir trabajando en los Territorios. Este asunto nos concierne a todos”.
Ante el anuncio del secuestro del fotógrafo peruano, la organización se dirigió al conjunto de las facciones palestinas, para asegurarse su apoyo. Por otra parte, el canal árabe por satélite Al-Jazira ha emitido una llamada de la madre del fotógrafo, Denia Razuri: “Pido a Dios que proteja a Jaime y que le dé valor. (...) Si sus secuestradores me escuchan, les imploro que liberen a mi hijo”, decía.
Finalmente, Dimitri de Kochko, del sindicato de periodistas franceses SNJ-CGT, ha hecho un llamamiento a las facciones palestinas, para que los periodistas puedan seguir informando sobre la región. “La información también es útil para ellos. Les pedimos que pongan fin a la toma de rehenes”, añadió.
Jaime Razuri fue secuestrado por cuatro hombres armados el 1 de enero de 2007, en Gaza, cuando regresaba a la oficina de la AFP, en compañía de un chofer y un intérprete.
Por otra parte, el 4 de enero de 2007 unos disparos israelíes hirieron a un periodista palestino, durante una incursión del Tsahal en Ramallah, Cisjornaia. Fady Al-Aroury, colaborador de la agencia privada de prensa local Maan, y del diario Al Ayyam, recibió un disparo en el abdomen. Su vida no corre peligro.
El mismo día, unos individuos armados saquearon los locales de la agencia pública de prensa WAFA en Naplusa, en Cisjordania. Destruyeron el material informático y después se dieron a la fuga. Según el periodista de la agencia Mahmoud Makhlouf, los agresores acusarían a WAFA de cubrir esencialmente las actividades de Fatah, partido del presidente Mahmud Abbas, en detrimento de las otras facciones.
Estos incidentes son un ejemplo perfecto de la doble amenaza a que se enfrentan los periodistas en los Territoios Palestinos. Una delegación de Reporteros sin Fronteras acudió, del 3 al 7 de diciembre de 2006, a Israel y la franja de Gaza, para hablar con las autoridades locales de las dificultades que encuentran los profesionales de la información víctimas, por una parte, de los disparos israelíes, y por otra de la violencia entre palestinos. En un informe publicado en esa ocasión, la organización hizo una serie de recomendaciones para garantizar su seguridad.