Se va un predador de la libertad de prensa
Organización:
“Durante 23 años Zine el-Abidine Bel Ali ejerció el poder sin concesión, no toleró ninguna voz crítica y no dudó en enviar a sus detractores a prisión. Su partida debe implicar una ruptura total con los años de represión”, declaró Jean-François Julliard, Secretario General de Reporteros sin Fronteras.
“La organización llama solemnemente a los sucesores de Zine el-Abdine Ben Ali a dar vuelta a la página de la dictadura. La libertad de información y la pluralidad de opiniones deben al fin convertirse en una realidad en Túnez. Todos los prisioneros de opinión deben ser liberados sin retardo, la censura debe desaparecer. Es a través de estos gestos fuertes que los ciudadanos tunecinos y la comunidad internacional podrán creer en un próximo futuro democrático en Túnez”.
-----
14.01.2010 - Después de las promesas, los hechos
Reporteros sin Fronteras toma nota, con toda la prudencia necesaria, de las intenciones manifestadas por Zine el-Abidine Ben Ali el 13 de enero de 2011. Durante su discurso a la nación, el presidente de la República Tunecina anunció la “libertad total” de información y de acceso a la Internet. Ahora se debe pasar de las palabras a los hechos. Los periodistas y blogueros tunecinos y extranjeros deben tener la libertad de cubrir y comentar la situación política y social del país en este momento crucial para Túnez, así como en los meses y años venideros.
Poco después de la intervención televisada del presidente tunecino, al parecer se eliminó masivamente la censura en Internet. Los sitios que hasta ahora y desde hacía años se encontraban bloqueados en Túnez, al fin fueron accesibles en el país. Entre ellos, Dailymotion, YouTube, pero también el sitio de la radio independiente de oposición Radio Kalima, incluso el del Partido Demócrata Progresista, el PDP.
Ahora, también es posible el acceso a la centena de páginas de Facebook relacionadas con los acontecimientos de Sidi Bouzid, que estuvieron bloqueadas estas últimas semanas. Los internautas tunecinos pueden al fin descubrir el libro de Nicolas Beau y Catherine Graciet, “La regenta de Cartago” (“La régente de Carthage”), disponible en Facebook. También al libro blanco de Mohamed Bouebdelli, “El día en que me di cuenta de que Túnez ya no es un país de libertad” (“Le jour où j’ai réalisé que la Tunisie n’est plus un pays de liberté”). Asimismo, desde la noche del jueves, de nuevo es posible consultar el sitio del diario francés Le Monde, tras varios meses de bloqueo.
También poco después de que finalizara el discurso, Reporteros sin Fronteras tuvo conocimiento, con alivio, de la liberación, la noche del 13 de enero, del periodista de radio Kalima, Nizar Ben Hassen, arrestado el 11 de enero; del responsable de las páginas “Juventud” del semanario de oposición Al-Maouqif, Wissem Sghaier, arrestado el 7 de enero, así como de dos internautas, Slim Amamou y Azyz Amamy, arrestados el 6 de enero.
¿Habrá desaparecido “Ammar 404”? Cierto, estas medidas son positivas y constituyen un signo aparente de la buena voluntad de las autoridades tunecinas. No obstante, la prudencia se impone. ¿Qué hay del quid de la ciberpolicía? ¿Presenciamos el fin de Ammar 404, el órgano de censura en la Internet, o sólo un corto respiro? ¿La vigilancia de los internautas tunecinos se convertirá en una realidad?
Igualmente encontramos el quid de la prensa escrita, en un país donde los tres periódicos de oposición, sólo tres, Al-Mouatinoun, Al-Maouqif y Attariq Al-Jadid, enfrentan grandes dificultades para su impresión y distribución local.
También observamos el quid de la radio y la televisión, en un país donde los medios de comunicación audiovisuales están controlados por el poder o dirigidos por gente cercana a él, con un sistema de concesión de licencias completamente turbio.
¿Qué hay del quid del hostigamiento policiaco, de las contrariedades administrativas, las vejaciones, los citatorios arbitrarios, las palizas y los encarcelamientos?
¿Y el quid de Hammama Hammami (http://es.rsf.org/tunez-hamma-hammami-fue-arrestado-en-la-12-01-2011,39292.html) y de Ammar Amroussia (http://es.rsf.org/tunez-la-censura-continua-arresto-de-11-01-2011,39286.html)?
“Señor presidente, lo hemos escuchado. Queremos hechos. No basta con desbloquear YouTube y Dailymotion para garantizar la libertad de expresión en su país”, declaró Jean-François Julliard, Secretario General de Reporteros sin Fronteras.
La organización recuerda que aún se encontrarían detenidos:
Hamma Hammami, portavoz del Partido Comunista de los Obreros de Túnez y exdirector del diario Alternatives, prohibido por las autoridades, quien se encuentra detenido tras un arresto efectuado con extrema violencia el 12 de enero de 2011.
Mohamed Mzem, abogado y moderador del grupo “Nos hacen falta 25 mil tunecinos para que la ATI reabra FACEBOOK” y Monia Abid, docente. También algunos ciudadanos que poseían cuentas de Facebook, relacionados con las manifestaciones, habrían sido arrestados estos últimos días.
Ammar Amroussia, el corresponsal del sitio informativo Albadil.org, arrestado el 29 de diciembre de 2010, se encuentra encarcelado en la prisión de Gafsa (400 km al sur de la capital). Es procesado en virtud de los artículos 42, 44 y 49 del Código de la Prensa, de los artículos 121, 131, 132, 220 bis, 315 y 316 del Código Penal y del artículo 26 de la Ley n°4 del 24 de enero de 1969, relativa a la “organización de reuniones públicas, convoys, exposiciones, manifestaciones y agrupaciones”. Corre el riesgo de pasar cerca de veinte años en prisión. Ammar Amroussia denunciaba especialmente la corrupción en el país y llamaba a combatir “la dictadura”. El periodista, cubría los acontecimientos recientes en Sidi Bouzid para el diario Al-Badil, prohibido en el país, y había participado en numerosas manifestaciones de solidaridad en Gafsa.
Crédito de la imagen: AFP / Fethi Belaid
Publié le
Updated on
20.01.2016