El Ministerio Público ha apelado la decisión del juez de instrucción, Baudoin Thouvenot, que hace más de tres semanas consideró procedente la querella interpuesta por difamación, el 16 de septiembre de 2003, por el periodista Alí Lmrabet contra Nabil Benabdallah, Ministro de Comunicación marroquí. Reporteros sin Fronteras interpela al respecto, en una carta abierta, al Ministro de Justicia.
Reporteros sin Fronteras acaba de enterarse con estupefacción de que el Ministerio Público ha apelado la decisión del juez de instrucción Baudoin Thouvenot, que hace más de tres semanas consideró procedente la querella interpuesta por difamación, el 16 de septiembre de 2003, por Alí Lmrabet contra Nabil Benabdallah, Ministro de Comunicación marroquí.
En una carta abierta, la organización interpela al Ministro de Justicia y espera que el tribunal de apelación, que se reunirá el 1 de abril de 2004, confirme la decisión del juez de instrucción, evitando así una denegación de justicia.
"Nabil Benabdallah no debería disfrutar de inmunidad. Eso es lo que demostraron los letrados Jean Martín y Guillaume Prigent, abogados de Alí Lmrabet; a saber, que la regla de cortesía y las convenciones internacionales no conceden ninguna inmunidad a los ministros extranjeros en suelo francés, porque solo se aplican a los jefes de Estado. Y eso fue lo que reconoció el juez de instrucción, aceptando lo procedente de la querella", ha precisado en primer lugar Robert Ménard, secretario general de Reporteros sin Fronteras, para después preguntar al Ministro de Justicia sobre el fundamento y el sentido de ese procedimiento: "¿Significaría que un ciudadano, mancillado por unas declaraciones difamatorias efectuadas en suelo francés, está privado de su derecho fundamental a un proceso, para restablecer la verdad y lavar su honor? ¿Significaría que un ministro extranjero, que no disfruta de la inmunidad definida en las convenciones internacionales, puede pronunciar con toda impunidad palabras infamantes contra un simple ciudadano, y hacerlo con el apoyo del gobierno francés?"
"¿Es admisible que el Ministerio Público, que está bajo su autoridad, se esfuerce por cerrar el acceso a la justicia, y avale así las difamaciones que Nabil Benabdallah pronunció en París contra Alí Lmrabet? Le pedimos que tenga a bien indicarnos si el Señor fiscal cuenta con su beneplácito", concluye Robert Ménard.
Alí Lmrabet, periodista de nacionalidad franco-marroquí, director de dos periódicos y corresponsal de Reporteros sin Fronteras, fue condenado en Marruecos, el 17 de junio de 2003, a tres años de cárcel por un delito de prensa. El rey Mohammed VI le indultó el 7 de enero de 2004. Al día siguiente de la condena, el 18 de junio, y cuando se encontraba encarcelado desde el 21 de mayo de 2003, Nabil Banabdallah declaró en París, en una conferencia de prensa: "Lo que practicó Alí Lmrabet es una muestra de la desinformación, la mentira, la calumnia". "En ningún momento practicó el periodismo". El Ministro de Comunicación llegó incluso a describir a Alí Lmrabet como alguien "que no está totalmente equilibrado", y recordó la existencia de un dossier médico sobre él.