Reporteros sin Fronteras se siente aliviada por la liberación de Micah Garen

El periodista norteamericano Micah Garen, y su traductor Amir Doshe, secuestrados el 14 de agosto de 2004 por un grupo de combatientes iraquíes en Nasiriya (al sur de Irak), fueron puestos en libertad el 22 de agosto. En cambio, se continúa sin noticias de tres periodistas: Christian Chesnot, de Radio France Internationale (RFI), Georges Malbrunot, del diario francés Le Figaro, y Enzo Baldoni, del semanario italiano Diario. "Nos sentimos profundamente aliviados al conocer la liberación de Micah Garen, y se lo agradecemos vivamente a todas las personas que han intervenido en su favor, y entre ellas a Moqtad al-Sadr", ha declarado Reporteros sin Fronteras. "Sin embargo, seguimos muy preocupados por la falta de noticias sobre dos periodistas franceses y uno italiano. Su desaparición reaviva los temores de secuestros de periodistas que trabajan en Irak, que se han producido en las últimas semanas. Y subrayan la falta de respeto a la neutralidad de los reporteros, por las diferentes partes presentes".  Liberado Micah Garen Micah Garen y Amir Doshe fueron finalmente liberados el 22 de agosto, de acuerdo con el anuncio que el 21 de agosto hizo un colaborador cercano a Moqtad al-Sadr, el Jeque Raed al-Kazemi, quien aseguró a la Agencia France-Presse (AFP) seguir en contacto con los secuestradores de Micah Garen. "Puedo decir que quedara en libertad en dos días", declaró entonces. Liberados frente a las oficinas de Moqtad al-Sadr en Nasiriya (al sur de Irak), los dos hombres fueron después llevados a la sede del gobierno. El pasado 14 de agosto, unos desconocidos les secuestraron en uno de los mercados de la ciudad. En un vídeo emitido el 18 de agosto por el canal qatarí Al-Jazira, los secuestradores exigieron que las fuerzas norteamericanas se retiraran de Nayaf (en el centro de Irak), amenazando con ejecutar a los rehenes si su reivindicación no quedaba satisfecha en 48 horas. Un colaborador del líder chiíta Moqtad al-Sadr declaró el 20 de agosto que había hablado con los secuestradores de Micah Garen, quienes le habían prometido dejar en libertad al periodista aquel mismo día, después de las oraciones del viernes. En un vídeo emitido por Al-Jazira, el propio reportero afirmó "estar cautivo y bien tratado". En el momento de su secuestro Micha Garen realizaba una película documental sobre la historia cultural y la preservación de los lugares arqueológicos, en las zonas en conflicto. Trabajaba para su propia compañía, Four corners media, con sede en Nueva York y especializada en la realización de reportajes de vídeo, fotográficos y escritos, por cuenta de los grandes medios de comunicación norteamericanos. Tres periodistas dados por desaparecidos RFI y Le Figaro han manifestado su preocupación por sus respectivos corresponsales, Christian Chesnot (centro) y Georges Malbrunot (izquierda), de los que no se tienen noticias desde el 19 de agosto. Jean-Louis Validire, redactor jefe adjunto del servicio exterior de Le Figaro, declaró a Reporteros sin Fronteras sentirse "relativamente preocupado" porque desde el viernes no se podía contactar con Georges Malbrunot, que se encontraba en Irak desde el 9 de agosto, para realizar unos reportajes. Según él, es posible que los periodistas intentaran llegar a Nayaf, y que no estén en condiciones de contactar con sus redacciones. El reportero italiano Enzo Baldoni (derecha), enviado por el semanario Diario para hacer un reportaje, no ha dado noticias desde el 19 de agosto. Se fue de Bagdad a Nayaf con un convoy de la Cruz Roja Italiana y un equipo de la televisión pública italiana, RAI Uno. Cuando los demás decidieron regresar a causa de los peligros corridos, Enzo Baldón, que no lleva teléfono vía satélite, habría decidido continuar solo su viaje a Nayaf, para entrevistar a Moqtad al-Sadr, según su colega de RAI Uno, Pino Scaccia. Según Gianni Barbacetto, miembro de la redacción de Diario, citado por la AFP, el chofer y traductor del periodista, Ghareeb, habría aparecido muerto. Esta información no ha sido confirmada. "Si fuera verdad tendríamos motivos para preocuparnos", confió a la AFP.