Cuando se cumple exactamente un mes del secuestro, el 12 de marzo de 2007 en Gaza, de Alan Johnston, de la BBC, se ha colgado un retrato gigante del periodista en Trafalgar Square, en la capital londinense. Subrayando el carácter crapuloso del secuestro, Reporteros sin Fronteras ha pedido a las autoridades palestinas que “redoblen sus esfuerzos en este asunto”.
Sin noticias del periodista Alan Johnston, de la British Broadcasting Corporation (BBC), secuestrado en Gaza el 12 de marzo de 2007, Reporteros sin Fronteras ha organizado una concentración en Londres, en Trafalgar Square. En presencia de sus padres, Graham y Margaret Jonston, se ha colgado un retrato gigante del periodista.
“Hace exactamente un mes que no tenemos noticias de Alan Johnston. Es inadmisible que un periodista sirva de moneda de cambio en lo que parece ser un asunto crapuloso. ¿Qué esperan las autoridades para hacer que le liberen? Pedimos al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, y al Primer Ministro, Ismael Haniyeh, que redoblen sus esfuerzos en este caso”, ha declarado la organización.
El 12 de abril de 2007, en el momento en que Alan Johnston comienza su segundo mes de detención, en el corazón de la capital británica, en Trafalgar Suare se ha colgado un retrato gigante del periodista. La BBC ha organizado también una conferencia de prensa en los locales de la Asociación de la Prensa Extranjera. Los padres del periodista, así como algunos representantes de la comunidad musulmana en Gran Bretaña, se han concentrado para exigir su libertad.
También en Gaza, el Sindicato de Periodistas Palestinos ha organizado una concentración para pedir al gobierno que multiplique los esfuerzos, con el fin de conseguir la liberación de su colega británico.
Alan Johnston, corresponsal de la BBC en los Territorios Palestinos desde 2004, fue secuestrado el 12 de marzo de 2007, dentro de su vehículo. Es la víctima número catorce de una oleada de secuestros que, desde 2005, tiene como objetivo a periodistas extranjeros de diversas nacionalidades. Su prolongada detención pone en cuestión la seguridad de los periodistas en la franja de Gaza, donde grupos armados y familias poderosas continúan actuando libremente, al margen de la ley.