Reporteros Sin Fronteras denunció ante el Ministro de Interior y Justicia (foto) la agresión de que ha sido víctima un equipo del canal público Venezolana de Televisión. Por otra parte, cuando la oposición ha anunciado que convocará un paro general, la organización pidió a sus responsables que impartan instrucciones claras a sus partidarios, para que no se ataque a los medios de comunicación considerados cercanos al gobierno.
Reporteros Sin Fronteras denuncia la agresión de que ha sido víctima un equipo del canal público Venezolana de Televisión (VTV), en Caracas. En una carta dirigida a Diosdado Cabello (foto), Ministro de Interior y Justicia, la organización ha pedido que se haga todo lo necesario para garantizar la seguridad de los representantes de los medios de comunicación, y para que se denuncie a quienes ponen trabas al ejercicio de la libertad de prensa. Como precisó Robert Ménard, secretario general de Reporteros Sin Fronteras, "es urgente que las autoridades pongan fin a la violencia de que es víctima la prensa, sean quienes sean los autores de ella".
Por otra parte, cuando la oposición ha anunciado que pronto convocará un paro general indefinido, Reporteros Sin Fronteras pide a sus responsables que impartan instrucciones claras a sus partidarios, para que no se ataque a los medios de comunicación considerados cercanos al gobierno.
En la mañana del 19 de noviembre de 2002, la periodista Zaida Pereira y su camarógrafo Eduardo Escalona fueron agredidos por partidarios de un grupo de militares, que se han declarado en situación de "desobediencia legítima".
El equipo de la televisión resultó agredido cuando llegaba a la plaza Francia de Altamira en Caracas, punto de partida de una manifestación de la oposición. Los periodistas fueron atacados por Arturo Vilar, jefe de prensa de un grupo de militares que ocupa la plaza desde el pasado 22 de octubre, para reclamar la renuncia del presidente Chávez. Una decena de partidarios de los militares rebeldes agredieron a Eduardo Escalona, y le confiscaron la cámara. Finalmente le devolvieron la cámara, pero sin la cassette que contenía algunas imágenes del incidente. Zaida Pereira precisó que disponía de las autorizaciones municipales necesarias para instalarse en la plaza Francia de Altamira.