Reporteros sin Fronteras preocupada por la degradación de la libertad de prensa
En un intento de asesinato del director de Telesistema, Carlos Muñoz Insúa, el 9 de febrero mataron a su chófer, Ricardo Mendoza. Reporteros sin Fronteras denuncia el clima de violencia e intimidación contra la prensa, que se ha instalado desde el comienzo del año 2004.
Entre el 26 y el 27 de enero de 2004, Miguel Rivadeneira, director de Radio Quito, recibió amenazas de muerte por teléfono, en cinco ocasiones. Las amenazas, anónimas, estaban relacionadas con la entrevista de uno de los generales de las Fuerzas Armadas Ecuatorianas, en relación con un posible tráfico de armas, en el que se sospecha que pueda estar implicado el ejército. El 3 de febrero, la edición de noche del canal Teleamazonas reveló que el gobierno habría emprendido gestiones, con varias administraciones, para conseguir el cierre de la radio privada La Luna, cuyas declaraciones críticas consideraron calumniosas el presidente Lucio Gutiérrez, y su equipo. La Luna se manifestó firmemente en contra cuando las autoridades detuvieron al líder indio Humberto Cholango, en diciembre de 2003. La emisora difundió ampliamente las críticas expresadas por sus oyentes, en aquella ocasión y cuando el atentado perpetrado el 1 de febrero de 2004 contra el Presidente de la CONAIE (Confederación de Nacionalidades Indígenas). El 4 de febrero, el comité de ética de la Asociación Ecuatoriana de Radiodifusión (AER), citó a Paco Velasco, director de la radio, para preguntarle por el asunto. Al día siguiente, el servicio de comunicación del gobierno declaró públicamente que las autoridades no tenían intención de cerrar la radio. El 4 de febrero, en varios medios de comunicación y grupos políticos se difundió un documento estratégico, atribuido a los servicios secretos de las Fuerzas Armadas Ecuatorianas. El documento incluye una especie de "lista negra" de elementos que amenazan a la estabilidad del país en la que figuran, entre otros, las radios La Luna y Visión, el diario El Comercio y los nombres de varios periodistas. Posteriormente las Fuerzas Armadas desmintieron ser las autoras del documento.