Reporteros sin Fronteras denuncia que Sami Al-Haj , ayudante de cámara sudanés del canal qatarí por satélite Al-Jazira, se encuentra detenido arbitrariamente desde hace cuatro años. Detenido en Pakistán, Sami Al-Haj ha sido interrogado más de 130 veces, entre otras cosas para hacerle confesar la existencia de una relación entre Al-Jazira y Al-Qaeda.
Reporteros sin Fronteras denuncia que Sami Al-Haj, ayudante de cámara del canal qatarí por satélite Al-Jazira, se encuentra detenido arbitrariamente desde hace cuatro años. Detenido en diciembre de 2001 por las fuerzas de seguridad paquistaníes, fue entregado a las fuerzas norteamericanas el 7 de enero de 2002. Tras permanecer detenido en Afganistán, fue trasladado a Guantánamo el 13 de junio de 2002. El aniversario de los cuatro años de detención de Sami Al-Haj se produce en el momento en que se ha reavivado la polémica en torno a Guantánamo con el suicidio de tres detenidos, ocurrido el 10 de junio de 2006.
“Este triste aniversario viene a sumarse a los acontecimientos de los últimos días, y pone de manifiesto la necesidad de terminar con el escándalo jurídico y humanitario de Guantánamo. Hacemos un llamamiento a la liberación inmediata de Sami Al-Haj, detenido sin motivo en Guantánamo, desde hace cuatro años. No se ha formulado ningún cargo contra él, pero continúa encarcelado por tiempo indeterminado. Por otra parte, según su abogado, padece un cáncer de garganta y necesita tratamientos que nunca se le podrán proporcionar en la cárcel”, ha declarado Reporteros sin Fronteras.
Reporteros sin Fronteras investigó acerca de los periodistas detenidos por las fuerzas norteamericanas, en Irak y Guantánamo. Esa investigación dio como resultado el informe
“Camp Bucca y Guantánamo : Cuando América encarcela a periodistas", difundido en febrero de 2006, que expone los riesgos que corren los medios de comunicación presentes en Irak. En él, está ampliamente explicado el caso de Sami Al-Haj.
Según Clive A. Stafford Smith, abogado británico de Sami Al-Haj, durante estos cuatro años de detención a su cliente le han interrogado más de 130 veces, y los investigadores habrían formulado amenazas contra su familia, y más particularmente contra su hija. La mayoría de las veces, esos interrogatorios iban dirigidos a hacerle decir que existe una relación entre Al-Jazira y Al-Qaeda. A través de la detención de Sami Al-Haj, se estaría apuntando también al canal informativo árabe. Su detención encarnaría la manifiesta hostilidad de la administración norteamericana hacia el canal qatarí.
Las condiciones de detención del camarógrafo son deplorables. Muy afectado psicológicamente, según su abogado ha sido objeto de torturas, especialmente sexuales. Clive A. Stafford Smith estuvo muy preocupado recientemente por “las tendencias suicidas de Sami Al-Haj. Hace cuatro años que está detenido sin motivo, sin juicio, sin visitas ni llamadas telefónicas de sus allegados. (...) A pesar de que no existen pruebas tangibles de su culpabilidad, las autoridades norteamericanas le han dicho que podría permanecer detenido de por vida”.
Sami Al-Haj está muy lejos de ser un caso aislado: seiscientos detenidos se encuentran igualmente encarcelados, en el marco de la “guerra mundial contra el terrorismo”. Reporteros sin Fronteras se suma a las numerosas personalidades políticas y a las instituciones internacionales, tales como la ONU, para pedir el cierre del centro de detención militar de Guantánamo.
El Tribunal Supremo norteamericano tiene que pronunciarse en las próximas semanas sobre la legalidad de los tribunales militares, instaurados por Georges Bush para juzgar a los detenidos de Guantánamo. La creación de esos tribunales iba dirigida a evitar que los detenidos se presentaran ante tribunales civiles, entre otras cosas a causa del carácter limitado, y con frecuencia clasificado como secreto de defensa, de los cargos.