Julian Assange, fundador de WikiLeaks, al fin liberado
Julian Assange, fundador de WikiLeaks, ha sido liberado después de pasar varios años encarcelado injustamente por publicar información que revelaba crímenes de guerra y violaciones de los derechos humanos. Reporteros Sin Fronteras (RSF) celebra con profundo alivio su liberación, que considera una victoria para la libertad de prensa y el fruto de una campaña de varios años en favor de la justicia.
Según WikiLeaks, Assange fue liberado la mañana del 24 de junio de la cárcel de alta seguridad de Belmarsh, en Londres, donde había permanecido 1.901 días mientras esperaba el resultado del procedimiento de extradición iniciado por Estados Unidos. Tras serle concedida la libertad bajo fianza por el Tribunal Superior de Londres, fue trasladado al aeropuerto de Stansted y embarcó en un avión para salir del Reino Unido. Se espera que se reúna en Australia con su esposa, Stella Assange, y sus hijos, quienes nunca lo han visto fuera de la cárcel.
Aunque los detalles del acuerdo aún no se han hecho públicos, se prevé que Assange se declare culpable de un solo cargo, en lugar de los 18 a los que se habría enfrentado de haber sido extraditado a Estados Unidos. Además, se tomarán en cuenta los cinco años que ya ha cumplido en la prisión británica.
“Nos sentimos enormemente aliviados de que Julian Assange esté finalmente libre. Se trata de una victoria largamente esperada para el periodismo y la libertad de prensa. No debería haber pasado ni un solo día privado de libertad por publicar información de interés público. Nada puede deshacer los últimos 13 años, pero nunca es demasiado tarde para hacer lo correcto, y acogemos con satisfacción esta medida del gobierno estadounidense. Seguiremos haciendo campaña en apoyo de los periodistas de todo el mundo que se encuentran en el punto de mira por informar sobre seguridad nacional, y en favor de la reforma de la Ley de Espionaje estadounidense, para que nunca más pueda utilizarse para perseguir la actividad periodística.
Assange, ciudadano australiano, se enfrentaba a una pena de hasta 175 años de prisión por 18 cargos relacionados con la publicación por WikiLeaks en 2010 de más de 250.000 documentos militares y diplomáticos clasificados procedentes de filtraciones. Habría sido el primer editor juzgado en virtud de la Ley de Espionaje estadounidense, lo que habría sentado un precedente profundamente alarmante para cualquier periodista o medio de comunicación que trabaje con información clasificada filtrada.
Su puesta en libertad es el resultado de una intensa campaña mundial de años de duración, que ha incidido en el grave peligro que suponía para el periodismo y la libertad de prensa su procesamiento. RSF ha jugado un papel fundamental en esta campaña, siendo la única ONG que ha monitoreado durante más de cuatro años el proceso de extradición contra Assange en los tribunales del Reino Unido. Representantes de la organización obtuvieron un acceso muy poco frecuente para visitar a Assange en la prisión de Belmarsh e intercedieron directamente ante los gobiernos de Estados Unidos, Reino Unido y Australia, instándolos a encontrar una solución política al caso.
Aunque la liberación de Assange supone un gran alivio para su familia, sus simpatizantes y periodistas de todo el mundo, sigue siendo alarmante que haya estado privado de libertad durante 13 años, de los cuales, más de cinco en la prisión de Belmarsh y casi siete refugiado en la embajada de Ecuador en Londres, por publicar material veraz y de interés público.
Se espera que Assange se declare culpable de una única imputación penal de conspiración para obtener y divulgar documentos clasificados relativos a la defensa nacional de EEUU, un cargo recogido en la Ley de Espionaje que podría tener un efecto amedrentador sobre el periodismo de interés público y el derecho de la ciudadanía a ser informada. A día de hoy, no se han depurado responsabilidades por los delitos expuestos en los documentos filtrados.
El encarcelamiento de Assange ha tenido un gran impacto en su salud mental y física. Estaba previsto que el proceso de extradición en el Reino Unido prosiguiera en el Tribunal Superior de Londres los días 9 y 10 de julio, tras la decisión adoptada en mayo de concederle el derecho a recurrir su orden de extradición de 2022 por dos motivos, ambos relacionados con la posibilidad de que, como ciudadano australiano, se le denegaran las protecciones a la libertad de expresión que le otorga la Primera Enmienda estadounidense. Los jueces británicos habían indicado que tenía "posibilidades reales de éxito" por esos motivos.
Reino Unido y Estados Unidos ocupan respectivamente los puestos 23 y 55 de los 180 países analizados en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2024 de RSF.
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