Reporteros sin Fronteras no está satisfecha con las respuestas del Pentágono y de la Comisión Internacional Humanitaria de Establecimiento de los Hechos

Cuando se cumple un mes de la desaparición en Irak de dos periodistas del canal británico ITN -el camarógrafo francés Fred Nerac y el intérprete libanés Hussein Othman- se siguen ignorando las peticiones de investigación, efectuadas por Reporteros sin Fronteras. Tanto el Pentágono como la Comisión de Establecimiento de los Hechos, encargada de investigar sobre las violaciones de la Convención de Ginebra, solo han respondido a las solicitudes de la organización con respuestas ampliamente insatisfactorias, e incluso irrespetuosas para con las víctimas. En las cartas recibidas por Reporteros sin Fronteras no manifiestan ninguna voluntad de aclarar los hechos, y aun menos de sancionar a los responsables. "La respuesta del Pentágono se acantona en tales generalidades y simplezas que tranquilamente se puede deducir que el ejército norteamericano no tiene ninguna intención de efectuar investigaciones serias sobre los diversos incidentes que causaron la muerte de, al menos, cuatro periodistas. En ningún momento se mencionan en la carta ni la palabra "investigación" ni los nombres de los periodistas muertos", ha manifestado Robert Ménard, secretario general de la organización. "Esta ligereza, y la evidente falta de voluntad de sancionar a los responsables de los atropellos, en el caso de que se trate de atropellos, dan una imagen deplorable de los ejércitos de la coalición anglo-norteamericana, que aseguraban estar dirigiendo la guerra en nombre de valores democráticos y liberales", añadió. En su correo fechado el 14 de abril de 2003, Victoria Clarke, asistente del Secretario de Estado de Defensa, Donald Rumsfeld, dice deplorar la muerte de los periodistas. Y concede: "Las solas advertencias no nos eximen de nuestra obligación de ser prudentes. De hecho, tomamos medidas extraordinarias para evitar pérdidas civiles. Desgraciadamente, ni siquiera nuestros mejores esfuerzos pudieron impedir que algunos inocentes fueran alcanzados por el fuego cruzado. Puedo asegurarle que los periodistas, y los demás muertos civiles, jamás fueron tomados como blancos deliberadamente". La carta concluye así: "La guerra es, en sí misma, una tragedia. Una nación compasiva tiene el deber de dirigir una guerra lo más humanamente posible, y eso es exactamente a lo que nos hemos dedicado". En respuesta a los dos correos dirigidos por Reporteros sin Fronteras al presidente de la Comisión Internacional Humanitaria de Establecimiento de los Hechos, K.J. Keith, la organización ha recibido una carta, que tampoco le satisface. La Comisión, creada en 1991 y prevista en el Protocolo I de la Convención de Ginebra, nunca ha investigado porque nunca se ha podido recurrir a ella. El presidente K.J. Keith responde: "La Comisión no ha dejado de advertir que algunas acciones de las partes en conflicto han alcanzado un nivel de gravedad tal que justificaría una investigación de la Comisión". Sin embargo, se declara impotente porque "a pesar de los llamamientos efectuados por algunas organizaciones internacionales a los Estados que son partes en el conflicto, éstos no han manifestado ningún interés en recurrir a los servicios de la Comisión". Reporteros sin Fronteras pidió a K.J.Keith, el 23 de marzo de 2003, que "preguntara directamente, y por qué no públicamente, a Estados Unidos sobre sus intenciones respecto a la Comisión". En efecto, aunque la Comisión no puede recurrir a sí misma sí puede, sin embargo, frente a alegaciones de violaciones del derecho internacional humanitario, pedir a los Estados que recurran a ella, conforme a su "derecho de iniciativa".
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Updated on 20.01.2016