En vísperas de la visita oficial de Joseph Borrell a Argelia, que tendrá lugar del 6 al 12 de marzo de 2006, Reporteros sin Fronteras hace un llamamiento al presidente del Parlamento Europeo a emprender gestiones diplomáticas en favor de los derechos humanos, y de la libertad de expresión en el país.
En vísperas de la visita oficial de Joseph Borrell a Argelia, que tendrá lugar del 6 al 12 de marzo de 2006, Reporteros sin Fronteras hace un llamamiento al presidente del Parlamento Europeo a emprender gestiones diplomáticas en favor de los derechos humanos, y de la libertad de expresión en el país.
Sr.D. Joseph Borrell Fontelles
Presidente del Parlamento Europeo
Rue Wiertz
B-1047 Bruselas
París, 2 de marzo de 2006
Señor Presidente,
Con ocasión de su visita oficial a Argelia, que tendrá lugar del 6 al 12 de marzo de 2006, Reporteros sin Fronteras quiere llamar su atención sobre la preocupante situación de la libertad de prensa en ese país.
Desde la reelección del presidente Abdelaziz Buteflika, en 2004, la prensa argelina lo está pasando mal. Censuras, repetidas citaciones, denuncias por difamación procedentes del poder y parcialidad de los jueces, forman parte de la vida cotidiana de los periodistas argelinos. En 2005 se registraron más de un centenar de casos de prensa, que se saldaron con condenas a multas y penas de prisión incondicional, o con el cumplimiento de la condena en suspenso. Algunos de ellos todavía se encuentran en fase de instrucción.
Naturalmente, resultaría imposible dar cuenta en este correo del total de los atentados a la libertad de prensa en el país. Sin embargo, puede ser de utilidad citar algunos ejemplos.
Mohamed Benchicou, director de Le Matin, se encuentra encarcelado en la prisión de El Harrach (Argel) desde el 14 de junio de 2004. A pesar de su estado de salud, que empeora continuamente, las autoridades se niegan a curarle. Se han juzgado, o se están instruyendo, cerca de medio centenar de denuncias contra él, por delitos de prensa.
El caricaturista Alí Dilem fue condenado, el 11 de febrero de 2006, a un año de cárcel y 50.000 dinares (550 euros) de multa, por una decena de caricaturas del presidente Abdelaziz Buteflika, publicadas en el diario Liberté en octubre y noviembre de 2003. El dibujante está también denunciado por “difamación” en 24 casos de prensa, y acumula más de nueve años de cárcel. Ha apelado y, de momento, se encuentra en libertad.
Kamel Bousaâd y Berkane Bouderbala, directores respectivamente de los semanarios en lengua árabe Errisala y Essafir, fueron detenidos el 12 de febrero de 2006, por reproducir las viñetas de Mahoma publicadas en el diario danés Jyllands Posten. Han suspendido sus dos publicaciones y a ambos podrían condenarles a penas de prisión incondicional.
Bachir El Arabi, corresponsal regional en El-Bayadh (sudoeste de Argel) del diario en árabe El Khabar, estuvo encarcelado durante un mes por “difamación”, y salió en libertad el 21 de febrero de 2006. Actualmente, los walis de Naâma y El Bayah le han denunciado por “manifestaciones difamatorias” en, al menos, otros seis casos de prensa.
Tan cerca como ayer, Hakim Laâlam, cronista del diario argelino Le Soir d'Algérie, fue condenado a seis meses de prisión incondicional, así como a una multa de 250.000 dinares (2.750 euros), por una crónica titulada “La azotaina”, en la que tomaba a chacota al presidente argelino.
Todas estas faltas graves a los principios de cualquier democracia, así como el acuerdo de asociación firmado entre la Unión Europea y Argelia, exigen de nuestra parte las siguientes recomendaciones, que regularmente enviamos a las autoridades del país:
- La modificación del código penal, con el fin de suprimir las penas de cárcel para los delitos de prensa, tal y como pidió el Relator especial de Naciones Unidas para la libertad de opinión y expresión;
- El fin del monopolio estatal de la radio y la televisión;
- La apertura de investigaciones en los casos de agresiones o amenazas a los profesionales de los medios de comunicación, interesándose particularmente por el caso de los corresponsales locales;
- El levantamiento de la prohibición que tienen los periodistas argelinos de trabajar para más de un medio al mismo tiempo;
- La desaparición del monopolio de la publicidad pública. Ahora, la Agencia Nacional de Edición y Publicidad (ANEP), controlada por el gobierno, dispone de medios para estrangular económicamente a los periódicos, cuya línea editorial critica al poder;
- Liberación inmediata del director del periódico Le Matin, Mohamed Benchicou.
Conociendo su compromiso con los derechos humanos, no dudamos de que abordará estas cuestiones en sus entrevistas con el presidente Abdelaziz Buteflika, y el Ministro de Asuntos Exteriores argelino. Un periodista permanece entre rejas y otros 18, condenados a penas de prisión incondicional, podrían unirse a él en cualquier momento.
Le ruego, Señor Presidente, acepte la expresión de mi mayor consideración
Robert Ménard
Secretario general