El 18 de marzo unos disparos norteamericanos mataron en Bagdad a Alí Abdel-Aziz, camarógrafo iraquí del canal de televisión Al-Arabiya; Alí Al-Khatib, el reportero que le acompañaba, falleció el 19 de marzo por la mañana, a consecuencias de las heridas recibidas. Desde hace un año son seis los periodistas que han encontrado la muerte, en actuaciones de las fuerzas norteamericanas.
El 18 de marzo unos disparos norteamericanos mataron a Alí Abdel-Aziz, camarógrafo iraquí del canal de televisión Al-Arabiya; Alí Al-Khabit, el reportero que le acompañaba, falleció el 19 de marzo, a consecuencias de las heridas recibidas.
"Reporteros sin Fronteras comprueba con tristeza e indignación que en Irak acaba de producirse una nueva tragedia, en la que están implicados la prensa y el ejército norteamericano", ha declarado la organización. "Desde que, hace un año, comenzara la guerra en Irak, seis periodistas han encontrado la muerte en actuaciones de las fuerzas norteamericanas. La acumulación de esos acontecimientos, intolerables y dramáticos, debe obligar al gobierno norteamericano a preguntarse sobre la actitud de sus tropas. El comportamiento de su ejército con los reporteros resulta aun más sospechoso porque ningún otro ejército comprometido sobre el terreno iraquí, y entre ellos las tropas británicas que controlan el sur del país, ha protagonizado hechos similares. La falta de investigaciones dignas de ese nombre sobre la muerte de cuatro periodistas -Tarek Ayoub, Taras Protsyuk, José Couso y Mazen Dana-, sumada a la negativa del Pentágono a reconocer cualquier responsabilidad en esas muertes, han llevado a la repetición del drama. La sistemática absolución de lo que, por lo menos, constituyen fallos trágicos anima algunos comportamientos imprudentes y agresivos en determinados soldados que, sin dificultad, han integrado la tesis de la irresponsabilidad defendida , en nombre de la "legítima defensa", por el gobierno norteamericano al más alto nivel", ha continuado la organización, y concluye: "Para poner inmediatamente término a esta larga serie negra, una verdadera investigación debe aclarar los hechos, establecer las responsabilidades y sacar todas las consecuencias".
El 19 de diciembre, temprano, Alí Al-Khatib, reportero del canal Al-Arabiya, falleció a consecuencia de las heridas en el hospital de neurocirugía de Bagdad, a donde fue trasladado la víspera por la noche, tras resultar gravemente herido mientras efectuaba un reportaje. Igualmente alcanzado por las balas, el colega camarógrafo que le acompañaba, Alí Abdel-Aziz, murió en el acto.
Al-Arabiya ha indicado, desde su sede en Dubai, que los dos periodistas resultaron alcanzados por "disparos norteamericanos". "El coche en el que iban era claramente identificable por la sigla "TV". Vamos a pedir una investigación sobre el incidente", ha declarado Salah Najm, redactor jefe de Al-Arabiya. Según Mohammed Ibrahim, redactor jefe de la oficina de Al-Arabiya en Bagdad, otros tres empleados del canal, presentes en el lugar de los hechos, no resultaron alcanzados.
El canal indicó que las dos víctimas se encontraban cerca del Hotel Borj al-Hayat, que acababa de ser el blanco de un ataque con cohetes. Haidar Abdel Asís, hermano de Alí Abdel-Aziz, precisa que Al-Arabiya disponía de autorización del ejército norteamericano para grabar. "Después, en un momento dado, un Volvo no se paró en un control y los soldados abrieron fuego (...) Mi hermano y el periodista quisieron marcharse del lugar, corrieron hacia su coche y, en el momento en que arrancaban un blindado abrió fuego sobre el vehículo". Los soldados norteamericanos dispararon al azar", había ya indicado Mohammed Ibrahim.
"Un iraquí ha resultado muerto cuando intentaba forzar un control cerca del Hotel Borj al-Hayat, a las 22 y 16 horas (19 y 18 horas)", declaró el 18 de marzo por la noche un portavoz del ejército norteamericano, sin que pudiera precisar si la víctima era un miembro de la prensa. El portavoz, indicando que los soldados norteamericanos habían disparado varias veces, dijo que ignoraba si otras personas habían resultado heridas.
Según la agencia de prensa AFP, tanto la población como los guardias de seguridad estaban muy nerviosos el jueves 18 de marzo en Bagdad, que había sido escenario de varios disparos sobre hoteles del centro de la ciudad.