"Recuperada la libertad de prensa: una esperanza que hay que mantener"

Tras el asesinato de Jean Dominique, uno de los periodistas más celebres del país, ocurrido en abril de 2000, la prensa haitiana estaba efectuando un lento descenso hacia los infiernos. Jean-Bertrand Aristide, directamente responsable de las agresiones de sus secuaces - los famoso "chiméres"- a los medios de comunicación, se sumó a la lista de los predadores de la libertad de prensa de Reporteros sin Fronteras, en la primavera de 2002. Pocas semanas antes, habían matado a otro periodista. Garantizando la impunidad a los asesinos de ambos, el Presidente conseguía que la prensa cayera en el terror. ¡Desde que se fue "se respira"!, resume un periodista. ¿Con la caída del predador han desaparecido también todas las amenazas contra la prensa? Para responder a esta pregunta, una delegación de Reporteros sin Fronteras viajó a Haití del 7 al 11 de junio de 2004. Titulado "Recuperada la libertad de prensa: una esperanza que hay que mantener", el informe concluye que con el fin del terror han cambiado radicalmente las condiciones en que trabaja la prensa. Una constatación que la organización matiza "según se encuentre en la capital, donde los periodistas ya no tienen miedo a hablar, o en las provincias, donde reina una cierta autocensura". "Mientras que, tanto los partidarios de Jean-Bertrand Aristide como los ex militares que provocaron su dimisión, continúen armados, representarán una amenaza para la prensa", subraya la organización, que hace una advertencia contra el fracaso del desarme de los grupos armados: "Si el gobierno fracaso, el espectro del caos y la violencia contra los medios de comunicación podría reaparecer con ocasión de las elecciones generales, anunciadas para 2005". El informe (disponible en inglés y francés en www.rsf.org) se refiere igualmente a los casos de dos periodistas: Jean Dominique y Brignol Lindor, asesinados en 2000 y 2001: "Su resolución será la señal de la vuelta progresiva al Estado de derecho que espera toda la sociedad, y también los periodistas que se sienten desprovistos frente a los grupos armados". En estos dos casos, la organización ha podido comprobar que "la actitud de las nuevas autoridades es radicalmente distinta". Se considera satisfecha con los compromisos formales asumidos por ellas, y espera igualmente informaciones sobre la muerte del reportero español Ricardo Ortega. Finalmente, Reporteros sin Fronteras concluye que "aunque la situación de la libertad de prensa es ya mucho mejor que al comienzo del año siguen siendo inmensos, y rebasan la simple cuestión de la libertad de prensa, los desafíos que hay que salvar para asegurar esa situación, el desarme y la vuelta al Estado de derecho." Leer or descargar el informe :
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