Pakistán: RSF condena el feminicidio de la periodista pakistaní Urooj Iqbal a manos, presuntamente, de su ex marido

Reporteros sin Fronteras (RSF) pide a las autoridades provinciales de Punjab (Pakistán) que se aseguren de que el presunto asesino de la reportera Urooj Iqbal, que resulta ser su ex marido, comparezca ante un tribunal penal para que responda por sus actos.

La mataron porque se negaba a abandonar su trabajo. A la periodista paquistaní Urooj Iqbal, de 27 años, la asesinaron de un disparo frente a su casa de Lahore, capital de la provincia de Pendjab, al este de Pakistán. La bala quedó alojada en su cabeza y murió en el acto. El presunto autor no es otro que Dilawar Ali, ex marido de Iqbal y propietario de un periódico del que había sido colaboradora, Anticrime.

 

"Quería que desechase la idea de fundar su propio periódico", dice el hermano de la víctima, Yasir Iqbal. Cuando RSF le preguntó, confirmó que la periodista había presentado recientemente una denuncia a raíz de las amenazas de muerte proferidas por su ex esposo, quien le exigió que renunciara a su carrera como reportera. Según su hermano, planeaba lanzar una publicación local llamada Franchise.

 

El presunto asesino ha logrado obtener la libertad provisional, que el hermano de la víctima debe impugnar ante el tribunal el sábado 14 de diciembre.

 

"Hacemos un llamamiento a las autoridades policiales y judiciales en Punjab para que hagan todo lo que esté a su alcance por garantizar que este crimen atroz no quede impune", señala Daniel Bastard, director del departamento de RSF para Asia y el Pacífico. "Este feminicidio ilustra lo que afrontan las mujeres periodistas en Pakistán, que deben mostrar un inmenso coraje para ejercer su profesión libremente, a pesar de las fuertes y persistentes presiones del patriarcado".

 

"Ambiente de miedo" 

Según un informe publicado en 2018 por la organización socia de RSF en Pakistán, Freedom Network, la proporción de mujeres periodistas en la profesión no excede el 5%. Entre otras dificultades, se enfrentan a muchas discriminaciones: salarios más bajos, confinamiento en los llamados temas "femeninos", acoso moral o sexual, presión familiar para disuadirlas de trabajar en un ambiente dominado por hombres...

 

"Las periodistas están trabajando en un ambiente de miedo", resume para RSF Asma Shirazi, ganadora en 2014 del Premio Peter Mackler por su periodismo ético y valiente. "Nos acosan a cada paso del camino, en cada momento", continúa la mujer que se convirtió en la primera corresponsal de guerra de su país, primero en el Líbano y luego en la frontera entre Afganistán y Pakistán.

 

"Cuando ejercía mi profesión mientras no estaba casada, mi familia estaba muy preocupada", explica . "Si me amenazaban de una forma u otra, en lugar de tratar de protegerme, me pedían que dejara el periodismo".

 

Pakistán ocupa el puesto 142, de 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2019 de Reporteros sin Fronteras.


Publié le
Mise à jour le 16.07.2020