Ocho internautas fueron condenados, el 6 de abril de 2004, a penas que llegan hasta 26 años de cárcel. Están acusados de fomentar atentados terroristas, pero la acusación no aportó ninguna prueba para apoyar esa tesis. El acta de acusación se basa únicamente en algunos documentos descargados de Internet.
Reporteros sin Fronteras está profundamente afectada por esa sentencia inicua. La organización pide a los jueces que, en la apelación, se pronuncien por la libertad de los internautas de Zarzis, y reclama la liberación inmediata de Abderrazak Bourguiba, que próximamente debe ser juzgado por un tribunal de menores. "El proceso de estos jóvenes demuestra que la justicia tunecina desprecia ultrajantemente los derechos de la defensa. En efecto, la simple consulta de algunos sitios de Internet no puede constituir la prueba de un complot terrorista. El régimen tunecino intenta aterrorizar a los internautas y ahogar a la disidencia. La comunidad internacional, con Estados Unidos y la Unión Europea a la cabeza, deben reafirmar que la lucha contra el terrorismo no justifica, en ningún caso, que se escarnezcan las libertades individuales y que se borre la justicia en beneficio de la arbitrariedad", ha declarado Reporteros sin Fronteras.
La tercera sala criminal del tribunal de Túnez, presidida por Adel Jeridi, condenó el 6 de abril a Hamza Mahrouk (21 años), Amor Farouk Chelandi (21 años), Amor Rached (21 años), Abdel-Ghalfar Guiza (21 años), Aymen Necharek (22 años) y Ridha Hadj Brahim (38 años), a 19 años y tres meses de cárcel. Ayoub Sfaxi, residente en el extranjero, fue condenado a la misma pena. A Tahar Gemir (19 años), que también reside en el extranjero, considerado por la acusación como el jefe del grupo, le condenaron a 26 años de cárcel. A un último inculpado, Abderrazak Bourguiba (19 años), que solo tenía 17 años en el momento de los hechos, debería juzgarle próximamente un tribunal de menores.
Están condenados por "formación de banda para aterrorizar a la gente", "agresión contra individuos, con la intención de aterrorizar", "celebración de reuniones no autorizadas", "robo e intento de robo", "preparación de material explosivo" y "posesión de productos destinados a la fabricación de artefactos explosivos, sin autorización".
Según las informaciones recogidas por Reporteros sin Fronteras, la acusación no aportó ninguna prueba seria contra los ocho acusados. Solo se adjuntaron al dossier algunos documentos descargados de Internet por los jóvenes de Zarzis, como por ejemplo unas informaciones sobre el fusil Kalachnikov, o unos textos explicando como fabricar una bomba. En las detenciones, la policía no confiscó más que un tubo de pegamento y algunos CD-Rom, que son las única pruebas que permiten plantear la acusación de "fabricación de explosivos".
Según uno de los abogados de la defensa, Najib Hosni, el procedimiento judicial estuvo salpicado de numerosas irregularidades. Por ejemplo, como les detuvieron en Zarzis tendrían que haberles juzgado en esa ciudad y no en Túnez, como ha sido el caso. El abogado asegura también que sus clientes fueron torturados. Pero la justicia se negó a cualquier reconocimiento médico, tras la denuncia presentada por cinco de los inculpados.
En realidad, según algunas fuentes coincidentes, los jóvenes de Zarzis únicamente utilizaron la web para descargar documentos relacionados con la crisis en Oriente Próximo. También habrían discutido con uno de sus profesores, Ridha Hadj Brahim, sobre la manera de actuar para apoyar la causa palestina.
19.04.04
25 meses de cárcel para el 9º "internauta de Zarzis"
La sala criminal para menores del tribunal de primera instancia de Túnez condenó, el 16 de abril de 2004, a 25 meses de cárcel a Abderrazak Bourguiba, de 18 años. El 6 de abril, a los otros ocho miembros del grupo de "internautas de Zarzis" les cayeron penas que llegan hasta 26 años de cárcel. Están acusados de terrorismo por haber descargado del Net algunos documentos, considerados subversivos.
Las autoridades tunecinas han declarado que el grupo "intentaba establecer contactos con el movimiento terrorista de Al-Qaeda, para un apoyo logístico", proyectaba un atentado con lanza-cohetes contra la guardia marítima del puerto de Zarzis, y se preparaba para atacar un liceo.
Said Ben Amor, uno de los abogados de los jóvenes de Zarzis, declaró a la Agencia France-Presse que la defensa abandonó la vista del 16 de abril, para protestar por "la falta de pruebas de cargo" y la negativa a que se hiciera un reconocimiento médico a su cliente. En efecto, Abderrazak Bourguiba se presentó ante el tribunal con un tímpano perforado y síntomas de parálisis facial, como consecuencia de las torturas sufridas en la cárcel.
Reporteros sin Fronteras reitera su llamamiento a la liberación de los internautas de Zarzis, constatando que la acusación no ha presentado ninguna prueba seria contra ellos. La organización recuerda que, en ningún caso, puede ser motivo de condena la simple consulta de sitios de Internet.