Nuevos elementos sobre la detención del periodista Behzad Zarinpur

Reporteros sin Fronteras ha sabido que a Behzad Zarinpur no le detuvieron en su casa, sino que desapareció el domingo 7 de septiembre por la mañana, después de haber sido convocado por el tribunal de Teherán. Por la tarde, su familia vio como llegaban unos hombres de civil, para efectuar un registro del domicilio. La familia ha permanecido sin noticias durante cerca de una semana. El sábado 13, el sistema judicial iraní reconoció, en un comunicado de prensa, que Behzad Zarinpur se encontraba detenido. __________________________________________________ 12.09.2003 Detenido otro periodista El domingo 7 de septiembre, unos hombres armados de civil detuvieron, tras un registro de su domicilio, a Besad Zarinpur, redactor jefe adjunto del periódico Asia y ex redactor jefe de Abrar Eqtesadi (Noticias económicas). Desde entonces, la familia no tiene noticias suyas. Reporteros sin Fronteras recuerda que este tipo de detenciones es ilegal, y pide a las autoridades iraníes que informen rápidamente a la familia del lugar y los motivos de la detención de Besad Zarinpur. "Irán sigue siendo un lugar donde a los periodistas no les resulta fácil vivir. Continúan las detenciones y los periodistas detenidos se pudren en celdas individuales, en condiciones higiénicas alarmantes", ha declarado Robert Ménard, secretario general de Reporteros sin Fronteras. En efecto, los periodistas permanecen encarcelados en condiciones preocupantes, y se multiplican las huelgas de hambre en la cárcel de Evine. Mohsen Sazgara, cuyo proceso comenzó el 6 de septiembre "a puerta cerrada", como precisó su abogado, ha iniciado una huelga de hambre y se niega a tomar medicamentos, a pesar de estar afectado por una enfermedad a cardiaca. Taqih Ramani ha hecho lo mismo, para protestar por su encierro en una celda individua, práctica que se está generalizando con los detenidos de la prensa reformista. Estos periodistas se encuentran en manos de los servicios del fiscal general de Teherán, Said Mortazavi, y de los Guardianes de la Revolución, y en los mismos locales en que Zahra Kazemi recibió el golpe que le causó la muerte. Actualmente, con 17 periodistas encarcelados, Irán es la mayor cárcel para los periodistas de Oriente Medio.