Maghreb / Oriente Medio

Seis países de Oriente Medio, que todos los años figuran en la parte más baja de la clasificación mundial de la libertad de prensa y que son los campeones de la represión en la zona, han vuelto a confirmar su estatuto en 2008. La libertad de expresión sigue siendo una utopía en Irak (158), Siria, (159), Libia (160), Arabia Saudita (161), los Territorios Palestinos (163) y también Irán (166). En ellos, los periodistas o bien están sometidos a una censura implacable, o bien se enfrentan a una violencia inaudita. Los Territorios Palestinos nunca retrocedieron tanto en la clasificación. El balance de la lucha entre las principales facciones ha sido desastroso para la libertad de prensa. La fractura política entre la franja de Gaza y Cisjordania ha ido acompañada de una segmentación de los medios. La responsabilidad del ejército israelí en la muerte, en abril de 2008, de un camarógrafo palestino de la agencia de prensa Reuters, y la impunidad que disfruta el soldado autor del disparo fatal, explican el descenso de Israel (149, fuera del territorio israelí) en la clasificación. En el Maghreb, Marruecos (122) prosigue su bajada, iniciada hace dos años. El encarcelamiento del periodista Mostapha Hurmatallah supuso un momento crucial en el deterioro de las relaciones entre la prensa y el Estado. Una serie de procesos, iniciados por el poder contra periodistas e internautas, ha puesto de manifiesto que la libertad de prensa en Marruecos se para a las puertas del palacio real. Líbano (66) ha ganado 32 puestos, ya que este año no figura ningún periodista en la lista de atentados llevados a cabo en el país. El orquestado ataque de Hezbollah, en mayo de 2008, contra algunos medios de comunicación afiliados a la oposición antisiria, no causó víctimas y generó una corriente de indignación en la sociedad libanesa.
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Updated on 20.01.2016