México: la lucha contra la violencia y la impunidad de los crímenes contra periodistas debe ser una prioridad de los candidatos a las presidenciales

Las coaliciones de partidos políticos de izquierda y derecha acaban de designar a sus candidatas a las elecciones presidenciales en México, que se mantiene desde 2017 como el país más mortífero del mundo para los periodistas. Reporteros Sin Fronteras (RSF) insta a los candidatos a que la protección de los profesionales de la información sea una prioridad en sus programas electorales.

Ya se sabe finalmente quiénes son las dos principales candidatas a gobernar el país durante los próximos seis años. El pasado 3 de septiembre, la senadora Xochitl Gálvez fue designada para encabezar el movimiento de oposición de derechas “Frente amplio”. A la izquierda, la ex alcaldesa de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum (foto), liderará Morena (Movimiento Regeneración Nacional), en el poder desde 2018. El Movimiento Ciudadano, partido de centro, aún no ha decidido si presentará su propio candidato o se unirá a una de las dos coaliciones.

Reporteros Sin Fronteras (RSF) invita a los candidatos, que aún no se han pronunciado sobre la lacra que supone la violencia contra los profesionales de los medios a asumir la envergadura de un problema que no hace sino agravarse desde hace 20 años. De hecho, 2022 fue el año más mortífero para la prensa en México, con 11 periodistas asesinados en el ejercicio de sus funciones.

“México no puede resignarse a ser, año tras año, el país más mortífero del mundo para los periodistas. La libertad de prensa, el derecho a la información y la lucha contra la impunidad tienen que estar en el corazón de la campaña electoral y de los programas de los candidatos. La violencia contra la prensa no es un problema que afecta solo a la integridad física de los periodistas y la vida de sus familias. Toda la sociedad se ve afectada cuando el derecho a ser informada por una prensa libre es vulnerado.

Artur Romeu
Director de la Oficina de RSF en América Latina

Desde el año 2000, 149 periodistas han sido asesinados en México, según el Barómetro de RSF, y treinta permanecen desaparecidos, sin que haya pruebas de vida hasta la fecha. Además, el país ostenta el triste récord del mayor número de asesinatos de periodistas en el mundo desde 2017, un año en el que superó a países entonces en guerra, como Siria. Desde esa fecha, México suma el 14% de todos los periodistas asesinados en el mundo.

La situación no ha mejorado un ápice bajo el mandato del actual presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, “AMLO”. Más bien al contrario, México ha consolidado esa terrible posición como país más mortífero del mundo para la prensa, con 37 periodistas asesinados y seis desaparecidos, desde diciembre de 2018.

El último asesinato ha sido el de Nelson Matus, fundador y director del medio de comunicación digital Lo Real de Guerrero, acontecido el 15 de julio en la localidad costera de Acapulco, en el Estado de Guerrero. El tiroteo que causó su muerte se produjo solo una semana después del hallazgo del cuerpo sin vida de Luis Martín Sánchez, corresponsal del diario nacional La Jornada, en el Estado de Nayarit (oeste del país). La violencia contra los periodistas no cesa de crecer en estas zonas, donde los cárteles están especialmente presentes, aunque se ha ido extendiendo y banalizando hasta irrumpir en la capital, Ciudad de México, que hasta ahora se había librado. Ciro Gómez Leyva, presentador de Imagen Televisión, se salvó de un intento de homicidio el pasado mes de diciembre.

La seguridad de los periodistas está hoy gravemente amenazada en un número creciente de regiones del país, donde la ley del silencio se impone a unos reporteros que temen por su vida. A veces, se ven incluso obligados a abandonar sus hogares y ciudades por su propia seguridad y la de sus familias.

A pesar de esta alarmante realidad, López Obrador no ha emprendido las reformas y acciones necesarias para frenar la espiral de violencia contra la prensa. Aunque en 2012 se creó una institución federal para ofrecer protección especial a los periodistas y, dos años antes, se puso en marcha una fiscalía especializada en ataques a la libertad de expresión, el 97% de los crímenes contra periodistas siguen quedando impunes en México, según datos recabados por RSF a lo largo de los últimos 20 años.

"Los discursos estigmatizantes contra los periodistas y los medios se han extendido en México, e incluso provienen, a veces, directamente de agentes del Estado, exacerbando un clima de violencia instaurado desde hace años. RSF pide a los candidatos a la presidencia que hagan de la lucha contra la violencia contra los profesionales de los medios una prioridad de sus programas y que asuman los dos retos más urgentes en este ámbito: la protección de los periodistas y la lucha contra la impunidad de los crímenes cometidos contra ellos.

Balbina Flores
Representante de RSF en México

RSF da la voz de alarma y llama a la sociedad civil y a los ciudadanos a que se aseguren de que los candidatos abordan las siguientes cuestiones durante el período electoral:

  • ¿Qué propuestas o acciones se van a realizar en materia de política de protección de los periodistas?

     
  • ¿Cuáles serán los principales compromisos para luchar contra la impunidad casi total que impera sobre los asesinatos de periodistas?

     
  • ¿Qué medidas se aplicarán para dejar de estigmatizar a la prensa y reconocer su labor como una actividad importante en una sociedad democrática?

     
  • ¿Qué compromisos se adoptarán para garantizar el derecho de los ciudadanos a la información?
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