Reporteros sin Fronteras se declara "muy preocupada" por una decisión de la justicia marroquí claramente motivada por la voluntad de asfixiar económicamente a Le Journal Hebdomadaire, una de las publicaciones más independientes del reino.
La Journal Hebdomadaire, una de las principales publicaciones independientes del reino, se ve amenazado de asfixia económica por una decisión judicial, y está siendo objeto de una "campaña" destinada a desacreditarla, según su director general Alí Amar, contactado por Reporteros sin Fronteras.
El 18 de septiembre se comunicó a Le Journal Hebdomadaire que los beneficios de sus ventas, así como los del semanario Assahifa ("El Periódico" en árabe), que pertenece al mismo grupo, van a ser embargados en beneficio del Ministro de Asuntos Exteriores marroquí, Mohammed Benaïssa.
"Estamos muy preocupados por las consecuencias de una decisión judicial que pone en peligro la existencia de Le Journal Hebdomadaire en un momento en que sus revelaciones sobre el caso Mandari, y su tono resueltamente crítico, molestan en Palacio, ha declarado la organización Reporteros sin Fronteras. La única solución respetuosa con la libertad de prensa, y que al mismo tiempo probaría la independencia de los jueces marroquíes, sería que el Tribunal de Casación señalara los vicios de forma que hacen nulo el juicio de apelación. En ese caso, se levantaría de hecho el embargo de las ventas, que podría provocar la desaparición del semanario".
El Ministro de Asuntos Exteriores, Mohammed Benaïssa, consiguió en 2001 una sentencia a su favor, en un proceso por "difamación" contra los responsables de Le Journal Hebdomadaire. Recurrió a un procedimiento de urgencia, que ordenó el pago de la suma de 700.000 dirhams (63.000 euros), cuando el caso se encontraba en espera en el Tribunal Supremo.
"Desde la prohibición del periódico en 2000, las autoridades ya no se atreven a atacarnos de frente", ha declarado Alí Amar, director general de Le Journal Habdomadaire. "Pero continúan procediendo de la misma manera. Para empezar, una campaña denigratoria orquestada por la "seguridad" del régimen, en determinados periódicos. Y después empiezan los problemas serios: un celoso control fiscal, la imposición de un boicot publicitario, etc. Esta vez, las autoridades han optado por reactivar una antigua denuncia, de hace cuatro años, para asfixiarnos económicamente".
Según Alí Amar, la campaña de difamación dirigida contra su persona y Le Journal Hebodomadaire comenzó tras la publicación, en 2003, de una entrevista con Hicham Mandani, un marroquí asesinado en agosto de 2004 en España, que en otros tiempos tuvo acceso a la corte de Hassan II y afirmaba poseer algunos secretos de Estado.
Por otra parte, una edición especial de cien páginas titulada "Cinco años sin él", que establecía un balance crítico de los cinco años de reinado de Mohammed VI, irritó particularmente a las autoridades del reino.
En febrero de 2001, en el caso de difamación de Mohammed Benaïssa, Alí Amar y Aboubakr Jamaï, director de la publicación, fueron condenados a una multa de dos millones de dirhams, y a una pena de cárcel con suspensión de condena. En la apelación la multa se rebajó a 700.000 dirhams.
En diciembre de 2000, Le Journal se vio afectado por una medida de prohibición, y reapareció tres meses más tarde con su nombre actual de Le Journal Hebdomadaire.