“La comunidad internacional debe exigir del gobierno de facto que termine el bloqueo de la información”

Reporteros sin Fronteras pide a la comunidad internacional que exija al gobierno de facto que termine el control de la información de las prácticas discriminatorias hacia los medios de comunicación opuestos al golpe de Estado del 28 de junio de 2009. Desde la expulsión de once periodistas venezolanos de los canales públicos Telesur y Venezolana de Televisión, las noticias relativas a la situación en Honduras son cada vez menos accesibles desde el exterior del país. “Aparte de la cobertura de las negociaciones, actualmente sin éxito, entre Manuel Zelaya y el gobierno de facto que lo derrocó, la información relativa a los acontecimientos actuales en territorio hondureño se enrarecen. La censura de algunos medos de comunicación desde el 28 de junio empieza a producir uno de sus más temibles efectos : mantener a la opinión pública internacional en la ignorancia de una situación que podría estallar en cualquier momento. La presión ejercida por las cancillerías sobre el gobierno de facto debe hacerse primero a este nivel. También es el deber de los medios de comunicación internacionales apoyar a sus colegas hondureños”, declara la organización. La más mínima infomación acerca del presidente derrocado Manuel Zelaya, el más mínimo tiempo de antena concedido a uno de sus representantes o miembro de su gobierno ocasiona una suspensión al medio audivisual concernido, según el testimonio de periodistas hondureños a Reporteros sin Fronteras. En paralelo, el gobierno de Roberto Micheletti utiliza la Ley de Telecomunicaciones, fechada de la guerra fría, para obligar a las emisoras de radio y los canales de televisión a retransmitir gratuitamente las “cadenas” del gobierno de facto, sob pena de sanciones. El 23 de julio, Radio Globo ha denunciado que se ha cortado su servicio Internet tras haber dado la noticia de la destitución del alcade de San Pedro Sula. El 13 de julio de 2009, el gabinete presidencial le ha negado una conferencia de prensa a Liliet Diaz, de la emisora privada Radio Globo. Los militares no le permitieron entrar cuando dio el nombre de su medio de comunicación, considerado demasiado crítico con el gobierno de Roberto Micheletti y suspendido varias veces desde el golpe de Estado del 28 de junio. La simple referencia al golpe de Estado también puede costarle su puesto a un periodista. Allan Adális Martínez, periodista desde hace 13 años del programa “Libre expresión” de la emisora Radio Alegre, fue despedido, el 15 de julio, por haber empleado las palabras “golpe de Estado”. “El propietario de la radio, Carlos Hernández me dijo que podía seguir animando el programa siempre que se me censurase. Preferí no aceptar tal oferta”, declara al Comité por la libre expresión de Honduras (C-Libre). Por otro lado, una periodista de Maya TV comentó a Reporteros sin Fronteras que el dueño de la emisora le presionó en cuanto al contenido de los programas. Aún según C-Libre, el programa radiofónico del Comité de Familiares de Desaparecidos en Honduras (Cofadeh), emitido en Radio América, se ha cancelado. Fuera de la capital, los frecuentes cortes de acceso al cable impiden el acceso a los canales internacionales, tales como CNN o Telesur, censurados al principio del golpe de Estado. Desgraciadamente, algunos medios de comunicación contribuyen a ocultar aspectos de la situación, y en particular de la resitencia al golpe de Estado. Ésta es la decisión editorial tomada por La Tribuna, propiedad del antiguo Jefe de Estado Carlos Flores Facussé. El Heraldo y La Prensa, los dos del hombre de negocios Jorge Canahuati, cercano al Partido Nacional (conservador), también siguen esa línea. La manipulación de la información constituye otra fuente de peligro. El 5 de julio, el mismo momento en que Telesur difundía en directo las imágenes de militares abriendo fuego sobre la muchedumbre concentrada alrededor del aeropuerto para esperar la vuelta del presidente Zelaya, el gobierno de facto impuso a los medios de comunicación locales la difusión repetida de delcaraciones denunciando la incursión en territorio hondureño de grupos armados comanditados por Nicaragua y Venezuela. Esa información, no confirmada y enseguida desmentida, alimentan considerablemente el ambiente de tensión y atizan las agresiones contra ciudadanos extranjeros. Sirven para justificar las detenciones arbitrarias de varios periodistas a lo largo de los días siguientes. (Foto : AFP)
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Updated on 20.01.2016