¿Hay que controlar la actividad de las empresas del sector de Internet para que respeten la libertad de expresión?

El caso de Microsoft, que presionado por las autoridades chinas acaba de cerrar el blog de un periodista, demuestra una vez más que algunas empresas del sector de Internet, cuando operan en países represivos, no respetan la libertad de expresión. Reporteros sin Fronteras presenta seis propuestas concretas, para garantizar que esas empresas ejerzan su actividad de manera ética.

Las propuestas de Reporteros sin Fronteras El caso de Microsoft, que presionado por las autoridades chinas acaba de cerrar el blog de un periodista, demuestra una vez más que algunas empresas del sector de Internet, cuando operan en países represivos, no respetan la libertad de expresión. Reporteros sin Fronteras presenta seis propuestas concretas, para garantizar que esas empresas ejerzan su actividad de manera ética. Las recomendaciones van dirigidas al gobierno y a los políticos norteamericanos, porque todas las empresas implicadas en este documento tienen su sede en Estados Unidos. Sin embargo, conciernen a la totalidad de los países democráticos, y por eso se les han entregado también al secretario general de la OCDE y a los responsables de la Unión Europea. Contexto En varias ocasiones, Reporteros sin Fronteras ha denunciado los errores éticos de algunas empresas del sector de Internet cuando operan en países represivos. Estos son algunos de los ejemplos que nos preocupan particularmente: -Yahoo! viene aceptando desde 2002 censurar los resultados de la versión china de su buscador, de acuerdo con una lista negra proporcionada por las autoridades de Pekín. Por otra parte, Reporteros sin Fronteras probó recientemente que esa empresa ayudó a la policía china a identificar, y posteriormente condenar, a un periodista que criticaba los atentados a los derechos humanos en su país. Los servidores de e-mails de la franja china de Yahoo! tiene su sede en China. -Microsoft censura la versión china de su herramienta de blog, MSN spaces. En esa herramienta resulta imposible escribir las palabras “democracia” o “derechos humanos en China”, porque el sistema las rechaza automáticamente. Por otra parte, la empresa procedió al cierre del blog de un periodista chino, como resultado de las presiones del gobierno de Pekín. El blog estaba albergado en servidores que tienen la sede en Estados Unidos. -Google ha retirado la versión china de su herramienta de búsqueda de actualidad, Google News; todas las fuentes informativas están censuradas en el país. -Secure Computing vendió a Túnez la tecnología que le permite censurar los sitios informativos independientes, y entre ellos el de Reporteros sin Fronteras. -Fortinet vendió a Birmania el mismo tipo de programa. -Cisco Systems ha comercializado equipos concebidos específicamente para facilitar el trabajo de vigilancia de las comunicaciones, que hace la policía china. De esta empresa se sospecha también que haya formado a ingenieros chinos, para la utilización de sus productos para censurar Internet. Pensamos que esas prácticas atentan contra la libertad de expresión, tal y como aparece definida en el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, uno de los textos fundadores de Naciones Unidas destinado a aplicarse a todos, incluidas las entidades comerciales. Además, estos errores éticos de las empresas norteamericanas empañan la imagen de Estados Unidos en el extranjero. Nuestras iniciativas precedentes Desde 2002, Reporteros sin Fronteras ha enviado varios correos a los altos ejecutivos de esas empresas, pidiéndoles que reflexionaran sobre el asunto. Todas nuestras cartas han quedado sin respuesta. La organización intentó también alertar a los accionistas de esas sociedades, a través de los fondos de inversiones. Así, el 7 de noviembre presentamos en Nueva York una declaración común, en la que 25 inversores y analistas financieros, que gestionan más de 21 millardos de activos, se comprometían a vigilar a las empresas del sector de Internet que operan en países represivos. Con excepción de Gooogle, todas las empresas a las que nos dirigimos se negaron a dialogar sobre la cuestión. Por eso, ahora queremos que los representantes políticos del pueblo norteamericano, así como el Departamento de Estado, asuman formalmente esta cuestión. Los pasos a dar Reporteros sin Fronteras está convencida de que un texto reglamentario, que enmarque la actividad de las empresas del sector de Internet, es una solución que solo debe emplearse como último recurso. En consecuencia, recomendamos un procedimiento en dos etapas. En un primer momento, un grupo de parlamentarios debería pedir formalmente, a las empresas del sector de Internet, que se pongan de acuerdo en un código deontológico, inspirado en las recomendaciones de Reporteros sin Fronteras expuestas al final de este documento. Por otra parte sería aconsejable que, para la redacción de ese documento, las empresas se asociaran con algunas organizaciones de defensa de la libertad de expresión. La petición debería ir unida a la fijación de un plazo, tras el cual debería someterse el texto a la opinión de los parlamentarios que hayan apoyado la iniciativa. En el que caso en que, pasado el plazo, no se elabore ningún código deontológico satisfactorio, o si el documento propuesto no lograra el consenso de un número suficientemente representativo, los parlamentarios podrían dedicarse a redactar un texto legislativo obligatorio. La ley tendría como objetivo garantizar que las empresas respeten la libertad de expresión, también incluso cuando ejerzan su actividad fuera del territorio de los países represivos. Las propuestas de Reporteros sin Fronteras Reporteros sin Fronteras ha optado por segmentar sus recomendaciones, en función del tipo de servicio, o de equipamiento comercializado: -Los servicios de e-mail Las empresas norteamericanas no deberían estar autorizadas a albergar servidores de e-mail en el territorio de un país represivo*. De esa forma, cuando las autoridades de un país represivo quieran conseguir información personal con respecto al usuario de un servicio de e-mail, comercializado por una empresa norteamericana, tendrán que hacerlo en el marco de un procedimiento supervisado por la justicia norteamericana. -Los buscadores: Los buscadores ya no deberían poder integrar filtros automáticos, para censurar palabras-clave, llamadas “protegidas”.Debería adjuntarse a la ley, o al código deontológico, una lista de esas palabras-clave “protegidas”, tales como “democracia” o “derechos humanos”. -Las receptores de páginas de contenidos (sitios Web, blogs, foros de discusión, etc.) Las empresas norteamericanas no deberían estar autorizadas a colocar sus servidores de acogida en el territorio de un país represivo. Cundo las autoridades de un país represivo quieran conseguir el cierre de una publicación albergada por una empresa norteamericana, deberán hacerlo en el marco de un procedimiento supervisado por la justicia norteamericana. Como los buscadores, los receptores de páginas de contenidos no estarían autorizados a crear filtros automáticos, para censurar las palabras-clave llamadas “protegidas”. -Las tecnologías de censura del Net Reporteros sin Fronteras ofrece dos opciones: Opción a: las empresas norteamericanas ya no tendrían autorización para vender programas de censura de Internet a los Estados represivos. Opción b: ese tipo de programa se seguiría comercializando, pero incluiría una lista de palabras-clave “protegidas, que resultaría técnicamente imposible censurar. -Las tecnologías y equipamientos de vigilancia de Internet Las empresas norteamericanas deberían obtener una autorización expresa del Departamento de Comercio para poder vender, a países represivos, tecnología y equipamiento que permitan interceptar las comunicaciones electrónicas, o tecnología y equipamiento concebidos específicamente para ayudar a los servicios de los países represivos a vigilar a los internautas.
Publié le
Updated on 20.01.2016