Grigori Pasko condenado a 4 años de cárcel.

Grigori Pasko ha sido condenado, el 25 de diciembre, en apelación, a una pena de cuatro años de prisión incondicional, por "alta traición". RSF ha manifestado su indignación por esta escandalosa condena y ha pedido su inmediata puesta en libertad.

En una carta dirigida, el 26 de diciembre de 2001, al tribunal Supremo Militar y a Vládimir Putin, presidente de la Federación de Rusia, Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha manifestado su indignación por la condena, en apelación, de Grigori Pasko, a una pena de cuatro años de prisión incondicional, por "alta traición". "Grigori Pasko ya ha pasado veinte meses en la cárcel, únicamente por haber querido informar. La inaceptable y escandalosa condena de que ha sido objeto tiene un solo objetivo: intimidar y reducir al silencio a la prensa rusa, en lo referente a los sujetos más importantes y delicados", ha declarado Robert Ménard, secretario general de RSF. "Pedimos la inmediata puesta en libertad de Grigori Pasko, la anulación del veredicto y su rehabilitación", ha añadido Ménard. Según informaciones recogidas por RSF, Grigori Pasko fue condenado, el 25 de diciembre, a una pena de cuatro años de prisión incondicional, por "alta traición". Por tanto, debe cumplir dos años y cuatro meses suplementarios, habida cuenta de la pena que ya ha cumplido. Fue encarcelado inmediatamente. Sus abogados habían apelado al Tribunal Supremo y el caso tenía que verse en el plazo de los próximos seis meses, como límite. El 19 de diciembre, Sergei Mironov, presidente del Consejo de la Federación recientemente elegido, aconsejó a Grigori Pasko que, en caso de resultar condenado a pena de cárcel, hiciera una solicitud de gracia presidencial a Vládimir Putin, y se brindó a apoyar personalmente la gracia, lo que el periodista rechazó. El 13 de diciembre de 2001, el procurador del tribunal militar de Vladivostok había solicitado nueve años de cárcel de alta seguridad para Grigori Pasko, así como la privación de su grado de capitán de segundo rango y de sus honores militares. Grigori Pasko, periodista del diario de la marina Boevaya Vakhta, fue encarcelado el 20 de noviembre de 1997, y permaneció detenido cerca de veinte meses. El periodista fue acusado por el FSB (antigua KGB) "de haber averiguado secretos de Estado, con el objetivo de transmitirlos a organizaciones extranjeras". Grigori Pasko, que entonces era corresponsal de Boevaya Valkhta a bordo del petrolero ruso TNT 27, había filmado escenas de vertido de residuos radiactivos líquidos en el mar de Japón. Esas imágenes, difundidas por la televisión japonesa NHK sin permiso del periodista, provocaron vivas reacciones en Japón. Grigori Pasko también había escrito artículos sobre la contaminación generada por el casi abandono de los submarinos nucleares del ejército ruso y la implicación del FSB en un tráfico de residuos nucleares. El 14 de octubre de 1999 se abrió su proceso, a puerta cerrada, ante el tribunal militar de Vladivostok. Sus abogados no tuvieron derecho a informar a la prensa, bajo amenaza de quedar fuera del caso. Grigori Pasko quedó en libertad después de haber cumplido dos tercios de los tres años de cárcel, en aplicación de una ley de amnistía para "penas menores". Dado que las dos partes apelaron el primer juicio, el caso fue trasladado al Tribunal Supremo de Moscú que, el 21 de noviembre de 2000, dio a conocer su decisión de reenviar a Grigori Pasko ante el tribunal militar de Vladivostok. RSF considera que las informaciones difundidas en 1997 por Grigori Pasko eran públicamente conocidas y no podían constituir secretos de Estado. La ley rusa sobre los medios de comunicación estipula que "cualquier periodista tiene derecho a buscar, solicitar, recibir y difundir información" (artículo 47). Por otra parte, según los artículos 41 y 42 de la Constitución rusa, puede ser motivo de denuncia la retención de informaciones relativas al medio ambiente o a catástrofes que pongan en peligro vidas humanas. Por otra parte, según informaciones recogidas por RSF, Olga Kitova, de Belgorod, ex diputada de la Duma local y acusada de calumnias y violencias sobre milicianos, ha sido condenada a dos años y medio de cárcel, con suspensión de condena, y una gran multa. Olga Kitova, corresponsal del diario moscovita Obshaya Gazeta y reportera del diario regional Belgogradskaya Pravda, escribió numerosos artículos sobre los abusos de la administración local. Considera que está siendo víctima de una persecución de orden político. FIRMAR LA PETICION
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Updated on 20.01.2016