Desde 2021, la libertad de prensa sufre una crisis sistémica. El escándalo de las escuchas telefónicas a periodistas que salpica al servicio nacional de inteligencia (EYP) no se ha esclarecido aún, como tampoco lo ha sido el asesinato, en 2021, del periodista especializado en investigaciones criminales Giorgos Karaivaz. Las acciones judiciales abusivas o “procesos mordaza” están a la orden del día y, en 2023, un periodista fue condenado arbitrariamente por difundir informaciones falsas.
Panorama mediático
La confianza de la población griega en los medios está entre las más bajas de Europa, desde hace ya muchos años. Algunos grandes grupos, como Alter Ego Media , comparten espacio con centenares de medios digitales, creando una gran fragmentación del panorama mediático. A la vez, una minoría de empresarios dirige una mayoría aplastante de medios, al tiempo que participan en otros sectores de actividad muy regulados. Algunos de ellos tienen estrechos vínculos con la élite política del país. Como consecuencia de este contexto, la prensa nacional está muy polarizada.
Contexto político
El portavoz del gobierno es el encargado de supervisar a los medios públicos, con el consiguiente peligro que supone para su independencia editorial. La autoridad reguladora de la radiodifusión, el Consejo Nacional de Radiotelevisión, acusado de lentitud e ineficacia, no ha sido remodelado significativamente ni por el gobierno actual, ni por el anterior. El servicio nacional de inteligencia (EYP), bajo el control del primer ministro, ha participado en la vigilancia de periodistas, muchos de los cuales han sido víctimas del software de espionaje Pegasus.
Marco legal
A pesar de las garantías constitucionales, la libertad de prensa se ha visto cuestionada en el plano legislativo. Las nuevas leyes aprobadas por el parlamento como respuesta al escándalo de escuchas telefónicas “Predatorgate”, que supuestamente deben ofrecer mayor protección a los ciudadanos contra vigilancias arbitrarias, no se ajustan a las normas europeas. Además, un nuevo proyecto de ley de medios ha dado lugar a la creación de un controvertido comité de ética. El código penal ha permitido la condena de un periodista sin pruebas sólidas por difusión de informaciones falsas, mientras que una reforma votada en 2023 aumenta el riesgo de cárcel para los profesionales de la información acusados de difamación.
Contexto económico
La crisis financiera de la última década, unida a la caída del número de lectores y de los presupuestos publicitarios, ha puesto en peligro la supervivencia a largo plazo de muchos medios de comunicación. El impacto de la nueva legislación para aumentar la transparencia en la propiedad y financiación de los medios aún debe ser evaluado.
Contexto sociocultural
Las sedes de algunos medios son objeto, regularmente, de ataques por parte de activistas de extrema derecha y de extrema izquierda, que los consideran enemigos ideológicos. Por otra parte, las mujeres periodistas se enfrentan a numerosas prácticas sexistas en sus lugares de trabajo.
Seguridad
Las fuerzas de seguridad recurren frecuentemente a la violencia para obstaculizar la cobertura periodística de manifestaciones y de las crisis de refugiados en las islas griegas. Los periodistas sufren agresiones físicas durante acontecimientos deportivos y ante sus domicilios. A pesar de las detenciones realizadas en abril de 2023, el asesinato del veterano periodista Giorgos Karaivaz, abatido a tiros ante su domicilio en Atenas en 2021, sigue sin resolverse. El grupo de trabajo sobre la protección de los periodistas tiene un ámbito de acción limitado, lo que le impide responder a la crisis sistémica del periodismo griego.