Frente a la inseguridad y las detenciones, Reporteros sin fronteras pide que se proteja y respete el trabajo de los periodistas

Reporteros sin Fronteras está enormemente preocupada por las repetidas violaciones de los derechos de los profesionales de los medios de comunicación en Irak, que con frecuencia se convierten impunemente en objetivo de las milicias confesionales, las fuerzas del orden iraquíes y el ejército norteamericano. “Además de la inseguridad permanente que padecen, los periodistas son cada vez más objeto de detenciones arbitrarias y registros intempestivos llevados a cabo por las fuerzas de seguridad iraquíes y el ejército norteamericano. Es inaceptable que la mayoría de los profesionales de los medios de comunicación, que ya vivían con el temor a ser asesinados a la salida de su trabajo o a verse secuestrados por milicias confesionales, se arriesguen ahora a ser arrestados, y a permanecer detenidos, sin razones válidas”, ha declarado la organización, recordando que desde el comienzo del conflicto en 2003 en el país han matado al menos a 150 periodistas y colaboradores de medios de comunicación. “Pedimos a las autoridades iraquíes, y al Estado Mayor de las fuerzas de la coalición dirigida por Estados Unidos, que den instrucciones claras a las tropas encargadas del mantenimiento del orden para que permitan a los profesionales de los medios cumplir serenamente con su misión”, ha añadido Reporteros sin Fronteras tras mencionar varios casos de periodistas recientemente detenidos por soldados, en todo el país. El 19 de febrero de 2007 las fuerzas de seguridad iraquíes detuvieron durante un breve espacio de tiempo en Kurdistán (Norte) a Mounir Asaad, del canal de televisión en lengua árabe Al-Hurra, tras haber grabado unas manifestaciones confesionales en la región. Al día siguiente, los soldados norteamericanos detuvieron a Fourat Jamal Al Atabi, periodista independiente de 31 años, en su domicilio de Al Salikh, en el norte de Bagdad. Su familia, que sigue ignorando el lugar en que se encuentra detenido y su estado de salud, ha indicado que resultó herido durante la detención. También el 20 de febrero de 2007 las fuerzas norteamericanas irrumpieron en los locales del diario Al Daaoua, afiliado a un partido chiíta, en el barrio de Al-waziriya, en el centro de Bagdad. Los soldados aislaron a cuatro periodistas para interrogarles y sacarles fotografías. Según Alí Abbass, redactor jefe del periódico, los militares se habrían llevado agendas con los nombres y direcciones de los periodistas de la redacción. La incursión se produjo al día siguiente de la operación del ejército norteamericano contra los locales del Sindicato de Periodistas Iraquíes. Los diez guardias de seguridad, detenidos en la operación, quedaron en libertad el 22 de febrero sin que pudieran recuperar sus armas aunque, sin embargo, tenían autorización para llevarlas. En otro caso, seis individuos armados atacaron el domicilio del redactor jefe del diario Al Doustour en el barrio chiíta de Ciudad Sadr (este de Bagdad), el 22 de febrero. Fallah Al Charki, que no se encontraba en casa en el momento de la agresión, había escapado anteriormente a varios intentos de asesinato. Al día siguiente desapareció en Bagdad, en circunstancias oscuras, Jamal Riyah Al Zoubaidi, de 56 años, del diario As-Safir. Su familia, que ha recorrido los hospitales de la ciudad, continúa sin noticias suyas.
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Updated on 20.01.2016