El 4 de febrero de 2005, en plena noche, explotó una bomba delante de los locales de Radio Canela. El atentado no ha sido reivindicado pero el propietario, Wilson Cabrera, acusa al gobierno de estar llevando a cabo una política de intimidación. L a víspera, otro periodista, Carlos Vera, aseguró haber sido amenazado.
Reporteros sin Fronteras condena vivamente el atentado de que ha sido víctima, el 4 de febrero de 2005, Radio Canela.
"El atentado con bomba, que tuvo como objetivo a Radio Canela, es un grave obstáculo para la libertad de prensa. Exhortamos al gobierno a efectuar una investigación seria sobre el ataque con el fin de que, en el menor plazo posible, sus autores queden neutralizados. Es determinante terminar con ese tipo de actos intimidatorios, tan rápidamente como sea posible, para que los periodistas puedan trabajar con total seguridad", ha declarado la organización.
El 4 de febrero de 2005, a las 2,30 de la madrugada, explotó una bomba delante de los locales de Radio Canela, situados en Macas (a 240 km. al sudeste de Quito). La explosión no causó víctimas, pero sí daños materiales, estimados en 20.000 dólares. El atentado no ha sido reivindicado pero el propietario de la radio, Wilson Cabrera, ha implicado al gobierno al que, en varias ocasiones, denunció por presuntos actos de corrupción. El presidente Lucio Gutiérrez ha condenado vivamente el atentado, ha desmentido que el gobierno tenga alguna responsabilidad y ha acusado a "grupos anarquistas que quieren crear el caos en el país".
La víspera, el periodista Carlos Vera, del canal de televisión Canal 8, aseguró que unos militares le amenazaron con la cárcel, por haber tratado al Presidente de "dictador y populista" en antena. En una radio pública, el jefe del Estado recordó que el gobierno "no quiere detener a nadie".