El acoso continúa

El 7 de octubre por la mañana fue detenido en la sede de su periódico Farid Alilat, director del diario Liberté, para ser interrogado durante cinco horas por el Tribunal de Argel, en relación con una crónica titulada "La azotaina", publicada en Liberté el pasado 21 de agosto. Reporteros sin Fronteras condena la práctica del acoso sin tregua sobre la prensa privada y alerta a las autoridades argelinas de las amenazas que hacen pesar sobre la libertad de expresión, en vísperas de las elecciones presidenciales. "Estas detenciones ponen en ridículo al poder que bosqueja así su propia caricatura", ha declarado Robert Ménard, secretario general de Reporteros sin Fronteras. La crónica incriminada la firmaba Hakim Laâlam, del diario Le Soir d'Algérie, víctima entonces de una suspensión por no haber pagado sus deudas a las imprentas. Liberté publicó la crónica en sus páginas por solidaridad. Como resultado de una decisión colectiva adoptada a comienzos de septiembre los periodistas de la prensa privada han decidido no acudir a las citaciones de la policía judicial, declarando que solo tienen que responder de sus escritos ante la justicia. Se ha perdido ya la cuenta de esas citaciones, que llegan en ráfagas (cerca de treinta en un mes, según Said Chekri, redactor jefe de Liberté). El guión se repite desde hace más de un mes. Después de tres citaciones se produce la detención, y luego la comparecencia ante el fiscal de la República y el juez de instrucción y, hasta el momento, la puesta en libertad condicional. Aunque en ocasiones aparecen asuntos de derecho común, que datan de varios años, generalmente se detiene a los periodistas por "ofensa al jefe del Estado" (art. 144 bis del código penal). Y, al menos una novedad en el disco rayado del "vals de las detenciones": desde ahora se detiene a los periodistas en los propios locales de su redacción, y no en plena calle.
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Updated on 20.01.2016