Egipto. Blogueros, nuevas víctimas de detenciones arbitrarias
Reporteros sin Fronteras pide a las autoridades egipcias que no confundan falta de respeto con terrorismo tras la detención de tres blogueros conocidos por su irreverencia.
La última víctima es Shadi Abu Zeid, popular por sus vídeos satíricos visitados por miles de personas en las redes sociales, incluida una famosa broma sobre el gasto de la policía egipcia en enero de 2016. El bloguero era parte del equipo de “Abla Fahita”, una comedia de televisión recientemente suspendida por las autoridades por ser demasiado atrevida.
Dos días después de que oficiales de seguridad del Estado detuvieran en su domicilio, el 6 de mayo, a Zeid, su familia supo que estará en prisión provisional al menos 15 días, bajo la sospecha de ser acusado por cargos de “publicar mentiras” y “pertenencia a un grupo ilegalizado”.
El segundo de estos cargos es particularmente desconcertante porque Zeid tiene muy poco en común con los Hermanos Musulmanes, a quien habitualmente se aplica este cargo.
Sherif Gaber, fue detenido en el aeropuerto de El Cairo cuando se disponía a coger un vuelo internacional, el 2 de mayo. Había empezado hace poco tiempo un blog, después de exponer sus puntos de vista en las redes sociales desde hace años. Está acusado de defender el ateísmo, cargo por el que ya estuvo detenido previamente en 2013. La ley egipcia penaliza el insulto o discrepancia hacia cualquiera de las tres religiones monoteístas.
El bloguero Mohamed Radwan Mohamed, más conocido como “Mohamed Oxygen” lleva un mes detenido, desde el 6 de abril. Sus entrevistas con el público y figuras conocidas sobre temas políticos y sociales en un tono relajado le hicieron ganar cientos de miles de seguidores en Facebook y Youtube.
Alaa al Aswany dijo de él en la web de Deutsche Welle: “Sabía que nunca podía obtener satisfacción del trabajo en un medio tradicional, y en lugar de desesperarse decidió convertirse en un periodista independiente y bloguero”.
"Los blogs, entrevistas a personas a pie de calle, el humor y la irreverencia no son actos terroristas, ¿cómo pueden las autoridades egipcias explicar estas detenciones si no es llevados por un deseo de control, no sólo de la información y noticias, sino de las opiniones?”, afirma RSF.
Represión total
Controlando a los medios tradicionales y bloqueando el acceso a medios independientes online, las autoridades egipcias han reducido al país al casi completo silencio. Las redes sociales todavía no han sido bloqueadas, pero las autoridades están usándolas actualmente con otros fines, en un intento de controlar sus contenidos.
Si no son detenidos -como Alaa Abdel Fattah, un bloguero que cumple una condena a cinco años de cárcel desde 2015- periodistas y usuarios de redes sociales están sometidos a acosos e intimidaciones. Algunos son difamados y temen ser detenidos. Otros, como Wael Abbas, son objetivo de ataques online de ejércitos de trolls (robots informáticos), que consiguen llegar a suspender sus cuentas.
Al menos 35 periodistas, periodistas ciudadanos y blogueos están actualmente detenidos en Egipto, que ocupa el puesto 161 de los 180 países que conforman la actual Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa elaborada anualmente por Reporteros sin Fronteras. La mayoría de los detenidos lo está aún pendiente de juicio.